El Ayuntamiento de Sant Antoni ha denunciado la comisión de diferentes actos vandálicos en el control de acceso a Cala Salada durante las últimas semanas. Desde el consistori han informado que el último se produjo la noche del sábado, cuando se fue arrancada la valla de madera, propiedad de la Demarcación de Costas, que impide el paso de vehículos a la playa.
Esta barrera, han señalado, se cerró con candado debido a que no se estaba respetando la prohibición de estacionar en la zona de dominio público y dado el riesgo que supone la existencia de tráfico a escasos metros de la zona de baño. Así, se proporcionaba la llave de entrada al servicio de socorrismo, restaurante y otros agentes con actividad en la playa. Desde entonces se han sucedido los incidentes. Desapareció el candado, que tuvo que ser sustituido por otro, y ahora se ha arrancado la estructura de la barrera.
Además, han denunciado, desde que comenzara el control de acceso del tráfico a la zona se han registrado robos de sillas y sombrillas a los vigilantes, así como sabotajes en las casetas de control, cuyas cerraduras fueron inutilizadas con pegamento. El Consistorio, que ha puesto estos hechos en conocimiento de las fuerzas de seguridad, lamenta que persistan este tipo de presiones en contra de una regulación que se ha demostrado tan necesaria como efectiva y que tiene como único objeto la protección del entorno natural de esta playa y la seguridad de sus usuarios.
El Consistorio tiene la voluntad de dar respuesta a todas las incidencias que se registren y continuar con las medidas implantadas que han reducido el nivel de riesgo en esta zona así como las dificultades de evacuación en caso de emergencia.