La Escuela de Verano del Centre de Creació Jove C19 del Ayuntamiento de Ibiza de este año ha organizado sus actividades en el Colegio de Educación Infantil y Primaria de Sa Bodega de la ciudad, con la especial participación de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales d'Eivissa y Formentera (APNEEF).
Ayer, de 11.00 a 13.00 horas, los niños de la Escuela de Verano de Sa Bodega participaron en una gincana «bruta», una más de las diferentes actividades que se van a ir desarrollando durante julio y agosto.
En la gincana «bruta» la regla es que como más sucio se acabe mejor. Los materiales utilizados son la harina, el huevo, el barro, la pinturas y, por supuesto, el agua para aplacar la calor (y ahorrarles el disgusto de frotar a los padres). La conjunción de todo ello, de niños y de las diferentes pruebas fueron la mezcla explosiva ideal de «cochinada» y diversión a raudales.
Y es que según la coordinadora, Ester Ribas, la finalidad de la estancia de verano es combinar trabajo y diversión. Desde las 9 de la mañana y hasta las 16.00 horas de la tarde, los alumnos realizan todo tipo de actividades. Esta ha sido la semana cultural pagesa, nos comenta, donde los chicos, desde los 3 hasta los 13 años de edad, han hecho murales, excursiones y se han hecho fotos en el photocall del recibidor, sobre un pagés y una pagesa tradicionales ibicencos. Asimismo, están realizando salidas a la playa una vez por semana, fueron a la finca ecológica de Can Mussol o a Aguamar.
Disponen de una sala de psicomotricidad habilitada para alumnos con necesidades especiales, de los cuales ahora tienen 17, de los 187 que hay en la Escuela de Verano este año. La finalidad es tratar de integrarles el 100% en las actividades de los demás niños aunque, según Ester, «hay momentos en los que se agobian, es normal».
Buscar Lacasitos en un barreño con agua y harina, pintarse de barro y pintura, pasar por debajo de una mesa llena de harina son algunas de las pruebas por las que pasaron los alumnos de ayer. Milagros es monitora de APNEEF y los niños que lleva también estaban participando de las actividades, en la medida de los posible.
Es necesario tener un asistente por niño discapacitado ya que, como explica Ester, «los chicos no pueden interactuar de una forma real si no tienen en exclusiva a un monitor que se ocupe de ellos».