Hace unas semanas el Ayuntamiento de Sant Antoni hacía saber a los feriantes la nueva ubicación de sus puestos para la feria de Sant Bartomeu. Todo apuntaba a que este agosto residentes y turistas iban a poder disfrutar de los puestos en Ses Variades, decisión que los feriantes declinaron alegando que se trataba de una zona apartada del núcleo urbano y que, además, no contaba con un punto de luz de alto voltaje. Aún así, la Federació de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef) junto con los feriantes han intentado negociar en los últimos días con el Ayuntamiento el cambio de ubicación para volver al puerto de Sant Antoni, donde ya estuvieron el año pasado 15 días y donde este año se conformaban con poner sus puestos solo una semana. Una negociación que no ha resultado positiva para los feriantes, que el pasado 28 de julio solicitaron al Consistorio telemáticamente su petición dentro del plazo establecido por el Ayuntamiento de Sant Antoni, hasta el 7 de agosto, para «subsanar deficiencias». El problema que apunta Rafael Bonilla, uno de los feriantes, es que «hemos presentado todo a tiempo y no ha sido hasta esta mañana [por ayer] cuando nos han contestado». La respuesta por parte del Ayuntamiento declaraba «desierta la licitación de los puestos para instalar camiones-tienda y/o puestos instalados en la vía pública, al no haberse presentado en plazo ninguna documentación», decía el comunicado que Bonilla recibía ayer por la mañana. Por su parte, Bonilla asegura haber adjuntado todos los documentos necesarios y tacha de «incomprensible» la situación que están viviendo cuando dice que el Consistorio «no nos ha contestado a ninguna instancia».
Feriantes y vecinos del municipio de Sant Antoni lamentan que este año no pueda celebrarse «como siempre» la tradicional feria de Sant Bartomeu al no contar con los puestos. «Este año no parece que sean fiestas aquí, no hay nada, ni siquiera el escenario», denunciaba Bonilla quien dice que ahora la zona del puerto «está llena de borrachos y de droga».
Con la decisión consensuada entre todos los feriantes de no instalar sus puestos en Ses Variades al considerarlo «una zona sucia, llena de prostitutas y no apta para niños», Sant Bartomeu este año se despide de los puestos que llevan acompañando a la feria durante años.
De momento, Bonilla aseguraba ayer a este periódico que será hoy cuando los feriantes se reúnan con Pimeef para «estudiar la legalidad» de una normativa que «ha acabado con la feria».