Cala Vedella se ha caracterizado siempre por tener aguas turquesas y por el entorno natural que la rodea; de hecho, algunas de las construcciones con las que cuenta están integradas en el ambiente para dañar lo menos posible el entorno tan privilegiado en el que se encuentran.
El problema es que su fácil acceso ha hecho que cada vez sean más los turistas que se acercan a disfrutar de una zona que vive, en verano, sus días más críticos. Lo mismo opina Luis, un turista madrileño que se aloja con sus dos niños pequeños en uno de los hoteles de Cala Vedella y quienes visitan por primera vez la isla. «Venía a esta zona recomendado por unos amigos que estuvieron hace unos años y me dijeron que era una playa muy cómoda para estar con mis hijos, pero está tan sucia que me arrepiento», asegura.
La realidad es que el aspecto que presentan sus aguas difiere mucho del que podemos ver en otras épocas del año cuando el turismo se reduce y la tranquilidad devuelve a la isla su estado habitual. «No somos la única playa sucia, pero sí que creo que lo que pasa aquí es exagerado», comentan los trabajadores de un supermercado. Al igual que en Cala Tarida, en esta playa hay instaladas unas bombas que recirculan el agua con el fin de evitar situaciones como las que se están viviendo en la actualidad. «No entiendo mucho del tema, pero o no funcionan o no son suficientes. Tampoco sé si el problema es del Ayuntamiento o de quién, pero está dañando a nuestros negocios», dice el encargado de un hotel al tiempo que matiza que «las reservas son las mismas, pero porque hay saturación en toda la isla». Sin embargo, el pequeño negocio que está en primera línea de playa y que se encarga de hacer excursiones en barco por la isla sigue facturando como años anteriores. «Los barcos funcionan porque la gente quiere alejarse de esta playa», cuenta uno de los vecinos de la zona «avergonzado» por la mala imagen de una playa que parece no tener solución a corto plazo. Son muchos los que piensan que mientras la demanda en la isla siga siendo tan alta, será difícil revertir la mala imagen que están dando algunas de sus playas.