A falta de cinco días para que empiece oficialmente la estación otoñal, el mal tiempo adelantó ayer el final del verano en las Pitiusas.
Desde primera hora del día, la lluvia hizo acto de presencia en ambas islas y, aunque cayó de manera continuada, no acumuló cantidades demasiado significativas. En el aeropuerto de Ibiza, los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) señalaban una precipitación de 7,3 litros por metro cuadrado, acompañadas de unas rachas de viento de 32 kilómetros por hora.
Lo que sí fue notable fue el descenso de las temperaturas, ya que ayer las máximas no superaron los 20,4 grados en la ciudad de Ibiza, 21,5 en el aeropuerto de es Codolar y los 21,9 en Formentera, donde también se registraron rachas de viento de 47 km/h.
El mal tiempo dejó desiertas las playas de la isla, a donde muchos acudieron a pasear en cuanto escampó la lluvia.