El director general del Servei de Salut de Balears, Juli Fuster, y el director asistencial, Nacho García, se desplazaron ayer al hospital Can Misses para reunirse con profesionales sanitarios en busca de un sustituto a Josep Balanzat, que anunció el lunes su dimisión como gerente del Área de Salud argumentando motivos personales. En la visita, Fuster valoró la situación en la que queda el Área de Salud tras la marcha de Balanzat.
A lo largo de la mañana, Fuster se reunió con diferentes profesionales sanitarios para encontrar a un posible candidato tras la renuncia de Balanzat.
Balanzat comunicó el lunes su dimisión como gerente en una carta remitida a los trabajadores del Área de Salud. En la misiva reconocía que la decisión de dejar el cargo no ha sido precipitada, «ni fácil, ni improvisada», dice textualmente, sino que estaba pensando desde hace meses en abandonar el cargo. Pese a que su círculo más intimo ya conocía la decisión sobre su marcha que comunicó a primeros de mes al director general del Ibsalut, la noticia de su dimisión causó sorpresa entre muchos trabajadores del Área de Salud.
Los profesionales consultados ayer esperan que el candidato a la Gerencia sea «la persona adecuada» para el puesto de gerente. Balanzat ha anunciado que se quedará en el cargo hasta que el Ibsalut encuentre a la persona que asuma el relevo. «Hasta el nombramiento y posterior incorporación del sustituto permaneceré en el cargo llevando a cabo mi función hasta ahora», dice en la carta enviada a los trabajadores.
Balanzat, hematólogo de profesión y con un bajo perfil político, ha sido gerente del Área de Salud durante los dos últimos años en una etapa en la que empezó la andadura con el nuevo hospital con los problemas derivados de los servicios que presta la concesionaria, como lavandería o cocina, o la aparición de moscas en los quirófanos de Can Misses a principios de este año. También ha tenido que lidiar con las dificultades para encontrar personal sanitario debido a los problemas por los elevados precios de la vivienda. De hecho, se reformó un ala del antiguo hospital para acoger una residencia para profesionales que necesitaran alojamiento temporal. Desde su puesta en funcionamiento, la residencia ha estado acogiendo a profesionales durante todo el verano.