Andreu Roig fue reelegido ayer presidente del PP en el 11 congreso local de la formación, que se ha celebró en el centro social de Sant Llorenç.
Roig, que encabezaba la única candidatura presentada para presidir el partido en Sant Joan, revalida así su cargo al frente de la junta local que «se esforzará por continuar el trabajo desarrollado estos años», en los que ha sido la principal fuerza política del municipio «con un proyecto sólido y realista, que aporta gran confianza a los ciudadanos», ha destacado Roig.
El presidente de la junta local estará acompañado por Juan Ferrer como vicepresidente, Santiago Marí como secretario general y María José Colomar realizará las funciones de tesorera.
En la presentación de la nueva directiva del PP de Sant Joan, Roig explicó que se marcan como principales objetivos para esta etapa «ampliar e intensificar» la presencia del partido en cada parroquia del municipio.
Para ello se crea la figura de coordinador de cada una de las parroquias, que servirá de nexo entre los vecinos y el partido con el fin de que lleguen «rápidamente sus quejas, problemas e inquietudes».
Asimismo, se realizará un encuentro anual entre afiliados y simpatizantes del partido, que se incluirá en las reuniones del Comité Ejecutivo a todas aquellas personas que hayan formado parte de las listas electorales del PP de Sant Joan.
El presidente de los populares de Ibiza, José Vicente Marí Bosó, ha indicado que con esta reelección se completa el proceso de modernizar políticas y adaptarse a las nuevas realidades: «Hoy completamos ese proceso con el resultado de un partido ampliamente renovado, cohesionado y que responde con solvencia a la demanda de nuevas generaciones de ibicencos que esperan políticas moderadas y eficaces para la solución de sus problemas», ha dicho.
Marí Bosó ha diferenciado entre el modelo del PP, que apuesta «por las políticas y administraciones eficaces», poniendo como ejemplo el Ayuntamiento de Sant Joan, o el modelo «radical» de socialistas y podemitas, del que ha dicho que llevan a la «parálisis y la irrelevancia con un Consell que es incapaz de dar las respuestas que los ibicencos».