La jueza del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza dictó ayer ‘in voce' una sentencia absolutoria para un vecino de Formentera y un constructor acusados de un delito contra la ordenación del territorio por unas obras de ampliación de una vivienda en la zona de vénda de Migjorn.
El Ministerio Fiscal solicitaba en un principio una pena de un año ý seis meses de prisión para cada unos de los acusados y restitución de la finca a su estado anterior a las obras.
Los hechos se remontan a finales de 2009 y principios de 2010, cuando los acusados iniciaron las obras de ampliación que consistían en una piscina y otros actuaciones como el cambio de uso de un garaje en habitación o la construcción de una pérgola con vigas de madera natural.
Obras sin licencia
Las obras fueron paralizadas por el Consell ya que la propiedad ya había agotado el índice de edificabilidad permitido y no alcanzaban los 15.000 metros cuadrados para realizar las obras e incumplían algunos requisitos de las Normas Subsidiarias de Formentera.
Según el escrito de acusación, los acusados realizaron las obras a sabiendas de que no contaban con licencia municipal.
Tras paralizarse las obras, la propiedad fue adquiriendo metros comprados a la finca colindante hasta superar los 15.000 metros cuadrados necesarios para la ejecución y legalización de la ampliación.