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Entrevista | Joan Tur, presidente Asociación de vecinos de Santa Gertrudis

«Un complejo turístico en es Polvorí va en contra de la idiosincrasia del pueblo»

Joan Tur preside desde hace un par de meses la Asociación de vecinos de Santa Gertrudis, en la que ha estado 15 años de vicepresidente. | Idoia Sala

| Ibiza |

La Asociación de vecinos de Santa Gertrudis se fundó en 1979 y su primer logro fue evitar que se ubicara el vertedero en este punto de la isla. Durante estos años se ha reactivado siempre que ha surgido un problema como ‘La Diosa' o el balneario. Ahora se pone de nuevo en marcha con la esperanza de parar el complejo turístico previsto en es Polvorí. «Es una historia que no nos interesa», dice el presidente, Joan Tur.

— Es Polvorí es una de las principales preocupaciones de los vecinos actualmente, ¿se ha dado solución a este problema?

— Efectivamente el tema de es Polvorí es el mayor problema que a día de hoy tenemos en Santa Gertrudis. Un problema que surgió a raíz de la venta de este emblemático lugar por parte del Consell d'Eivissa y cuya solución lamentablemente no se hallará de un día para otro. Las molestias para los vecinos empezaron hace un par de años a raíz de una fiesta multitudinaria en la que se utilizó como zona de parquin los terrenos colindantes, continuó este verano con la reunión de chamanes y finalmente saltaron todas las alarmas al tener conocimiento de que la propiedad pretende convertir el antiguo polvorín en un complejo turístico, algo que no solo va en contra de la idiosincrasia de este pueblo sino que además no nos aporta nada, sino todo lo contrario. Hemos conseguido tener el mejor pueblo de la isla y estas historias no nos interesan. Es un problema que no tendría que haber existido nunca porque nunca se tendría que haber vendido.

— En estos momentos, ¿cuál es la principal reclamación de los vecinos?

— La asociación de vecinos de Santa Gertrudis se ha personado como parte interesada en todos los expedientes abiertos por el Ayuntamiento a raíz de las fiestas ilegales mencionadas. Asimismo presentó una denuncia ante la Conselleria balear de Medi Ambient por el vertido de aguas contaminadas al río de Santa Eulària. Y por último y dado que actualmente el estudio de impacto ambiental del proyecto de reforma está en fase de exposición pública en la Comisión balear de Medi Ambient, la asociación está preparando las alegaciones que consideremos convenientes a fin de intentar y conseguir parar toda esta historia.

— ¿Confían en que haya posibilidades de pararlo?

— Evidentemente todas las administraciones tienen que dar curso a todos los proyectos que les llegan. Por la experiencia que tenemos en este pueblo, estas historias llegan a un punto que dependen de una decisión política. Quiero pensar que las administraciones nos harán caso. Para hacer un cambio de uso se necesita una declaración de interés general, y yo el interés general no lo veo en ningún sitio. Interés general tiene un hospital, una escuela o una carretera, pero no un negocio privado no.

— ¿Qué mejoras se necesitan en Santa Gertrudis?

— Nos consta que el Ayuntamiento de Santa Eulària tiene ya presupuestado un edificio polivalente de tres plantas en el nuevo campo de fútbol, así como una ampliación del ‘Club de Majors' con lo que quedarán más que solucionadas las actuales carencias de los equipos de fútbol, de tenis o la colla de ball pagès. Pero, puestos a pedir, creo que la ordenación del tráfico en el interior del pueblo es mejorable lo mismo que la seguridad en la carretera de Sant Miquel dada la afluencia de caminos con sus entradas y salidas. En general, estamos bien atendidos.

— ¿Cómo ha evolucionado Santa Gertrudis en los últimos años?

— Yo diría que el cambio ha sido inmejorable. Santa Gertrudis ha pasado en tan solo 15 años de ser el típico pueblo rural con una iglesia y cuatro casas a pueblo residencial con todo tipo de servicios, una extensa zona peatonal, colegios o tiendas. Mucha gente querría vivir en Santa Gertrudis. El problema, como en el resto de la isla, es la vivienda. Por suerte nos ha quedado un pueblo la mar de apañado. Antes de que se urbanizara, estaba rodeado por dos fincas, lo que ha permitido hacer una planificación y ha crecido de forma ordenada.

— ¿Cuando se hizo peatonal hubo quejas?

— Yo fui el primero que protesté porque bajaba con el coche y aparcaba delante, pero hay que reconocer que ha sido una gran mejora.

— ¿Qué logros se han conseguido a través de la asociación?

— Soy de los que piensa que la unión hace la fuerza y si, además, te asiste la razón pues las cosas se consiguen. Gracias a la asociación de vecinos y al apoyo de todo el pueblo se consiguió abortar un proyecto para llevar el agua de unos pozos de aquí hasta Platja d'en Bossa, se consiguió que la antigua barbacoa no acabara convertida en la discoteca ‘La Diosa' o se evitó la construcción de un balneario en sa Fontassa. También, gracias a la receptividad del Ayuntamiento se canalizaron las aguas residuales del pueblo a la depuradora de Vila aprovechando las obras de ampliación de la carretera. Por otra parte, se convocó un concurso de ideas que propició el crecimiento del pueblo donde está ahora ubicada la piscina, el campo de fútbol o la escoleta, ya que inicialmente se planteó hacerlo al otro lado de la carretera, lo que hubiera causado problemas para cruzar. Se habló con el actual alcalde y se planteó que era un error ubicarlas allí y afortunadamente el pueblo al final ha crecido hacia el norte y lo tenemos todos en el mismo lado, evitando la división del pueblo.

RECLAMACIÓN

«A los Reyes pedimos que desaparezca es Polvorí»

El presidente de la Asociación de vecinos de Santa Gertrudis, Joan Tur, asegura que se sienten «muy bien atendidos» por las administraciones, ya que en general «hacen caso» de sus peticiones. «Con quién más nos relacionamos es con el Ayuntamiento de Santa Eulària y realmente no tenemos ninguna queja», asegura Tur, que presume de que les ha quedado un pueblo «la mar de apañado», donde a mucha gente le gustaría vivir. «Si vinieran a preguntarnos que queremos para los Reyes Magos, no sabría que decir», apunta el presidente de la asociación, que reconoce que lo único que pedirían en estos momentos es «que desaparezca es Polvorí». «Haremos todo lo posible para que el proyecto del complejo turístico no tire adelante», añadió Tur.

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