Medio centenar de personas disfrutaron el pasado fin de semana en La Nave de Sant Miquel de ‘Personajes internos' destinado a todos los interesados en explorar su mundo interior, no sólo a actores. Un taller impartido por Catalina Lladó que parte del concepto de que «en la vida no paramos de representar papeles». Lladó pone luz sobre nuestra curiosidad y explica que «cuando uno se da cuenta de que delante de distintas personas actúa de maneras diferentes, con algunos nos sentimos muy cómodos y con otros somos tímidos; según con quien estemos vamos despertando unos aspectos u otros... esto se da porque en uno mismo hay cantidad de papeles que actuamos». «Por otra parte, hay muchos de estos aspectos que están tan identificados con quienes somos que a veces ni nos damos cuenta que actuamos estos papeles, ya creemos que son parte nuestra», profundiza. Y asegura qie «los aspectos más sombríos o los menos amables de nosotros mismos normalmente no los aceptamos y los proyectamos en otras personas; entonces decimos ‘tiene un mal carácter mi tía...'». Y aquí aparece la clave de lo que podríamos considerar como uno de los grandes males de este mundo: «en la manera que nos relacionamos o vivimos con esa tía reflejamos que somos nosotros que estamos en el mal carácter que no lo vemos en nosotros sino en ella».
Sin embargo, «como son las partes más criticadas es muy difícil aceptarlo en uno entonces eso ha derivado en tener un mundo en el que todos nos creemos que somos buenos y sin embargo estamos rodeados de guerra, destrucción y maldad. Esa poca conciencia de que uno por el mero hecho de ser humano es envidioso, orgulloso, mentiroso, y hasta ladrón sin darse cuenta, tiene malos pensamientos... el sentido del pecado es tan grande y tan arraigado culturalmente que se torna muy difícil aceptarlo».
El camino sería poder enfrentarse a ello y aceptarlo para poder cambiarlo o al tener conciencia de ello poder decir cosas como «te mentí porque me daba vergüenza». «Convertimos los errores humanos o de crecimiento como un tabú de aspectos que uno no puede desvelarse ni revelar a los demás», sentencia Lladó.
Con este taller de ‘Personajes internos' han intentado despertar estas zonas menos agradables. El teatro es un lugar donde la controversia, el pasar de ser un personaje simpático a pasar a ser un personaje lleno de furia, no es una locura sino la norma. «En el teatro es donde se puede convivir con las contradicciones, todos somos actores en nuestro día a día».
El taller se llevó cabo desde el pasado viernes de 16.00 a 20.00 horas, y sábado y domingo de 10 a 14 y de 16 a 20 horas. Fue organizado por el Trabajo Corporal Integrativo (TCI) que está afincado en Ibiza desde hace unos años en conjunto con la escuela local de formación Gestalt. Catalina Lladó, profesora de teatro de gran trayectoria, con profesionales, teatro social y de manera pedagógica en diferentes centros donde la expresión es requerida como herramienta para abrir aspectos distintos de la comprensión humana, como es este caso imparte este y otros cursos en Palma, Ibiza, Berlín, Vitoria o Málaga.
Una breve biografía
Carmen Lladó es actriz, pedagoga y directora de teatro. Empezó con el teatro popular y cofundó una compañía en los años setenta. Durante diez años vivió en Nueva York donde ha cursado estudios de teatro en el H.B. Studio con Uta Hagen y Carol Rosenfeld así como con Ernie Martin. Forma parte de la compañía off-Broadway, Repertorio Español, trabajando con directores latinoamericanos en distintos espectáculos. En España trabaja en el Centre Dramático de Catalunya, en el Teatre Lliure y con la compañía Pez Luna Teatro en Madrid. Ha continuado su formación en el Estudio Internacional para el actor, Juan Carlos Corazza, al mismo tiempo que imparte clases en este centro durante catorce años. Ha actuado e intervenido en películas y series de T-V en España y Estados Unidos.
Formada en Terapia Gestalt imparte cursos en varias de sus escuelas a nivel estatal e internacional. Es creadora y directora de ‘Teatro para Interesados' e imparte numerosos talleres en Palma de Mallorca, Madrid, Berlín, con distintos montajes. A su vez es directora de ‘Teatro para la Concordia'. Discípula de Claudio Naranjo colabora en el programa SAT en distintos países.