El IES Sa Colomina fue el escenario elegido para albergar la primera convocatoria de pruebas de enero de 2018 para obtener los certificados oficiales de conocimientos de lengua catalana expedidos por el Govern.
Por gusto o por obligación, centenares de personas se presentaron ayer a las pruebas de comprensión oral (30 minutos), comprensión lectora (30 minutos), dominio práctico del sistema lingüístico (30 minutos) y expresión escrita (80 minutos) de los niveles A2 y B2. Será este sábado (09.00 horas) cuando se celebren las pruebas para los niveles B1, C1 y C2 y ya en febrero, concretamente el día 7 (16.00 horas), se examinarán para el lenguaje administrativo. Por su parte, las pruebas orales de todos los niveles se harán el 17 de marzo.
Sanitarios
Javier es gallego y lleva cinco años residiendo en Ibiza. Trabaja como citólogo en el hospital y se presentó ayer al nivel B2 de catalán para probar suerte. «Me presento el sábado al B1 y he venido a ver cómo es», explicó antes de entrar al examen. Este médico se mostró contrario al decreto del catalán y aseguró presentarse al examen «porque me lo exigen en caso de que vaya para adelante». Así, dijo que «siendo gallego no entiendo que allí sea un mérito y aquí un requisito».
A unos metros estaba Adriana, una enfermera almeriense que lleva desde el pasado abril en la isla. «Me presento por obligación y también porque me apetece. Llegué a la isla con la idea de apuntarme a catalán y, por mi profesión, me enteré que podría ser un requisito; aún así lo hubiese hecho igual», dijo. Ayer se presentó al nivel A2 con la idea de poder hacer el examen del B1 en el próximo cuatrimestre. «Empezar de cero al principio es duro, pero cuando empiezas a conocer los verbos, que no son tan intuitivos como parecen, ya empiezas a entenderlo», explicó. Así, se mostró confiada minutos antes de entrar al examen, pero aseguró tener «miedo» a la prueba oral que será en dos meses. «Estoy viendo muchos dibujos en catalán y créeme que ayuda mucho».
«Me he encontrado en la cola con medio hospital», señaló Noelia, enfermera jienense. La realidad es que, a partir del anuncio del Govern que exige el nivel B2 del catalán para trabajar en la Sanidad balear, muchos profesionales sanitarios se han tenido que poner las pilas con la lengua. «Me lo piden para poder optar a una plaza. Me lo empecé a sacar antes porque me daba puntos, pero ahora que es requisito ya no me gusta».
Lo mismo opinó Bernardo, natural de Valladolid, quien lleva 11 años en la isla. Es enfermero y ya se había presentado en anteriores ocasiones a la prueba. «Tengo motivaciones de sacármelo, pero desde que me obligan se me han quitado las ganas», criticó.
Esther es ibicenca y se presentó por «obligación» a la prueba del B2. Esta administrativa del sector sanitario habla y entiende el catalán, pero quiere presentarse a la oposición y necesita acreditar el título. «Siempre lo había tenido en mente, pero una vez que te ponen las pilas lo haces. Estamos en Ibiza, es normal que te exijan hablar la lengua, pero con tan poco margen de tiempo me parece apresurado», explicó. Aún así, dijo que «siempre es bueno saber muchas lenguas», aunque es consciente de que «todo lo que nos imponen crea rechazo».
Más casos
No solo los profesionales sanitarios necesitan acreditar el nivel B2 para optar a una plaza. Es el caso de Antonio, un sevillano instalado en Ibiza. «Tengo el B1 y me presento al B2 porque lo necesito para opositar aquí a Policía Local. Ahora estoy en comisión de servicios», aclaró.
Por su parte, Manuela se presentó al examen de ayer para mejorar su situación laboral. «Estoy trabajando en hostelería y quiero optar a puestos de la Administración». Hablando con ella estaba Tatí, una joven que trabaja en el mar con los barcos y que se presentó al B2 «por trabajo». «Hablo y escribo catalán, pero me faltan algunos matices gramaticales y quiero optar a trabajar en sitios públicos», dijo.
También hubo quien se presentó al examen por placer, por querer aprender la lengua catalana. Fue el caso de Salvador, un valenciano que, aunque en su familia no ha hablado nunca catalán, quiere integrarse en la isla. De hecho, lo lleva tan a rajatabla que se le pudo oír hablando la lengua.
Muchas personas accedieron a las aulas en las que se hicieron las pruebas, pero hubo quien no pudo hacerlo. En la ventanilla de información de Sa Colomina dos mujeres se quedaron a las puertas de hacer el examen por no haber completado la inscripción. «No miramos las listas de admitidos y no lo estamos. Ahora nos toca volver en la siguiente convocatoria». Así, una de ellas dijo que se presentaba por «obligación» para poder optar a una plaza de medicina.
Cifras de aspirantes
En cuanto a cifras, un total de 7.910 personas se ha inscrito en las pruebas de catalán que organiza la Conselleria de Cultura, Participació i Esports, cuya participación ha aumentado un 127% en dos años.
Por niveles, el B2 es el que presenta una cifra más elevada de inscripción (2.588), seguido del C1 (con 1.895 inscripciones) y el B1 (con 1.665). De las 7.910 inscripciones, 883 son de Ibiza y 145 de Formentera.