Después de un breve tiempo de descanso, aquí regreso como vengo haciendo todos los martes desde hace ya más de un año para traeros toda la información sobre lo último de lo último en moda. Quería comenzar hablando sobre un tema que últimamente me está interesando más que nunca (o quizás no me había percatado de este interés) debido a mis actuales estudios en Marketing y Comunicación de Moda. Se trata de algo tan sumamente criticado y amado al mismo tiempo como la logmanía: obsesión por mostrar la marca.
Este furor por los logotipos surgió básicamente en la década de los 90's, cuando marcas como Ralph Lauren o Tommy Hilfiger ampliaron el tamaño de sus logotipos hasta lograr que éstos se hicieran populares. Los monogramas de cualquier firma de lujo que se preciara debían estar presentes en todo tipo de objetos que después eran lucidos por las grandes supermodelos de la historia como Claudia, Cindy, Naomi, Helena, Elle o Linda, entre algunas otras, creando el deseo de las grandes masas por poseerlos.
La fiebre por las referencias a las marcas visibles comenzó a florecer hace tan sólo un par de temporadas de la mano de Gucci y Dior. Hoy, las pasarelas vuelven a darle protagonismo al logo y cómo no podía ser de otro modo, la calle y sus escaparates siguen sus pasos con los ojos vendados. Desde los looks de street style de las bloggers de moda más famosas hasta las RRSS de nuestras it girls favoritas, todas han sucumbido a la tendencia. Loewe, Lanvin, Balmain, Louis Vuitton, Calvin Klein, Balenciaga y una larga lista de firmas apuestan esta temporada por estampar su logo en cualquiera de sus diseños. La inmensa mayoría de las marcas de moda están convirtiendo sus prendas y accesorios en auténticas campañas de branding estampando sus logotipos en cualquier objeto de sus colecciones: bolsos, sudaderas, camisetas, gorras, vestidos, pantalones, zapatos… Cosa que está resultando todo un éxito ya que la moda y el lujo son puramente aspiracionales y no se me ocurre nada más atractivo para aquel que la ansía que una camiseta con el logotipo de su marca favorita estampado de manera bien evidente. Y es que algo tan sencillo como una palabra o un icono que represente y se asocie con la marca y sus valores, hace que nos sintamos parte de esa exclusiva comunidad y reafirme nuestro estatus como consumidor.
Son prendas no demasiado fáciles de combinar ya que suelen ser llamativas y roban el protagonismo al resto de prendas del look. Yo apuesto por no luchar en contra de dicho protagonismo ya que, sinceramente, si me voy a gastar 200€ en una simple camiseta de algodón solo por un logo, es para que se vea. Así que procuro combinarlo con jeans o prendas lisas. Como ya hemos visto, los logotipos tienen una presencia mayúscula en las últimas colecciones Primavera – Verano 2018 y… parece ser que el estampado de esta temporada será el “simbolito” de nuestras marcas fetiche.