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Los turistas se hacen notar por La Marina ante un deslucido Vara de Rey

Dos de los ocho locales que se encuentran cerrados o en reformas en el paseo de Vara de Rey . | Marcelo Sastre

| Ibiza |

El primer fin de semana de junio ya está aquí y el subconsciente colectivo indica que la temporada ya marcha sobre ruedas.

Ante este aspecto no solo los comerciantes de la zona de Vara de Rey tienen sus dudas, incluso los encargados de transportar pasajeros del puerto de Vila hasta Figueretas y Platja d'en Bossa tampoco están muy convencidos de que la temporada 2018 haya explotado ya. Es más, si alguien se conoce la zona como la palma de su mano es Ma. Concepción Gómez, agente de venta de la ONCE de la zona de Vara de Rey y alrededores desde hace 9 años asegura que ha notado que «otros años ha venido más gente por esta época. Se suman muchas cosas: el tiempo no está todo lo bien que podríamos esperar y hay muchos locales vacíos en el paseo».

En ese paseo donde ayer desayunaban muchos junto a sus maletas a modo de despedida o porque recién habían aterrizado y necesitaban reponer fuerzas se podía ver a muchas personas en su primer día de trabajo; mientras que algunas de las terrazas estaban llenas, en otras sobraba espacio. Hasta aquí todo medianamente normal.

Lo que chirría es que el primer fin de semana de junio reciba el comienzo de la temporada con hasta 6 de los locales más emblemáticos de la plaza que ejerce como carta de presentación de la isla vacíos. Los locales de Forn Can Sans y Ebusus se encuentran en obras, el local de la librería y los que ocupaban Vila Vins, Ibifoto y Mayurka también se encuentran desocupados hasta el momento. Este número ascendería a 8 si contamos que los correspondientes a la librería y a Ebusus son dos locales para cada uno.

Si hablamos del clima que se respira en Vara de Rey, quien mejor que Juan Riera, propietario de Ca n'Alfredo y presidente de Pimeef Restauració. Él comentó a Periódico de Ibiza y Formentera que «la temporada de momento no está siendo fuerte, es más bien floja. Abril fue mucho mejor que mayo.

No sé si es debido a que está todo abierto y no hay tanta gente para llenarlo todo, pero por lo que oigo decir a los restaurantes y a la gente, ha sido flojo. Siempre esperamos más. Pienso que, como cada año, a partir del día 15 de junio y hasta el día 15 de siempre explotará, Ibiza no falla nunca». Por lo tanto, «no nos gusta nada que haya tantos locales vacíos en Vara de Rey, todo el mundo pensaba que esto era El Dorado y comenzaron a pedir unos precios desorbitados y ahora se dan cuenta que la gente se resiste a pagar esos alquileres.

Si, por ejemplo, en un supuesto yo pidiera 10.000 o 12.000 euros de alquiler por mi local me parecería un atraco porque no me lo podrían pagar».

Por otra parte, un grupo de conformado por jóvenes de Badajoz, Éibar, Madrid, Barcelona y Córdoba llegó a la isla el viernes con motivo de una despedida de soltero señalaron que «Ibiza es un destino que merece la pena pero es caro».

A su vez, Emiliy se encontraba visitando Dalt Vila, con una gran presencia de turistas, desde el norte de Londres junto a sus tres hijos y su marido, comentaron que se encuentran alojados en unos apartamentos de un hotel en San Miguel desde el miércoles y que se quedarán disfrutando de la isla a lo largo de una semana.

Alquilaron un coche para poder moverse por Ibiza y se mostraron encantados de que sus hijos pudieran conocer la «parte vieja de la ciudad ya que es muy positivo que los niños conozcan estas edificaciones y las pequeñas calles».

Por su parte, Pepe Ferrer, encargado de Seabus, empresa que realiza rutas por mar a Figueretas y a Platja d'en Bossa como si de un autobús se tratase, sostiene que ve la temporada «muy floja» comparada con el año pasado y otros anteriores ya que «se ve menos gente, quizás porque la Semana Santa cayó muy pronto» este año. Parece que estamos todos pendientes de que se abran las discotecas como si fuera lo único que hay en Ibiza. Nosotros notamos más movimiento al comienzo de la semana, los fines de semana no hay mucho ambiente, ahora es difícil saber cuando va y viene la gente».

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