La Asociación Ocio de Ibiza está preparando un código ético con el objetivo de «consolidar una conducta empresarial de respeto a la legislación vigente, a residentes y entre asociados». Este código ético «establece los valores y pautas que regirán el comportamiento de los establecimientos» que forman parte de la asociación.
«Nuestra voluntad es aprobar el código ético a principios de julio para proteger la buena imagen del ocio, además de asumir criterios de sostenibilidad y buenas prácticas ambientales», explica José Corraliza, presidente de Ocio de Ibiza, quien explicó que a este código ético se sumará una hoja de ruta. Ambos documentos son «herramientas que profundizan en la necesaria autorregulación, la cooperación con instituciones y plataformas sociales e implementan medidas para proteger el sector en beneficio de todos», según explicaron a través de una nota de prensa. «Buscamos conciliar la vida de los residentes con el normal y pacífico desarrollo de la industria del ocio», precisó Corraliza.
Trabajo con la administración
El presidente de Ocio de Ibiza recordó que la asociación lleva años trabajando con la administración para exigir al sector el cumplimiento de las normativas que regulan la convivencia, apoya a la vez causas sociales y de sostenibilidad medioambiental y participa en la ejecución de proyectos que minimizan las actividades descontroladas que pueden dañar la imagen de Ibiza. «Nuestro código ético incluye la posibilidad de expulsar a los asociados que lo incumplan», precisa Corraliza.
El presidente de Ocio de Ibiza reconoce que existe una «preocupación latente» entre los asociados «ante los dañinos mensajesque exigen el cierre de los beach-clubs». «Debemos ser conscientes de que, después de la oferta de sol y playa, que existe en muchos otros sitios, el ocio es el mayor reclamo de la isla y el sector del que viven miles de familias con sólo tres meses de temporada», añade. Por ello, el presidente de Ocio de Ibiza reclama a la administración hacer «una defensa clara y rotunda» de la industria del entretenimiento y del ocio reglado «por su decisivo impacto en la economía de Balears, por su enorme capacidad generadora de empleo y por la fortaleza demostrada en la reciente crisis». Corraliza recuerda también que «ese duro golpe a la economía» no fue tan «lacerante» en Ibiza gracias al esfuerzo del tejido empresarial y a la solidez del sector del ocio.
La asociación Ocio de Ibiza advierte, además, de que se movilizará «y no entenderá cualquier normativa reestrictiva que, de forma arbitraria, se imponga el sector sin consulta previa y sin abordar la posibilidad de consenso».
Desde Ocio de Ibiza alertan que los «riesgos siguen existiendo», a los que se suman «el fuerte empuje de los destinos del Mediterráneo que «lanzan ofertas agresivas con precios muy competitivos gracias a que tienen unos costes muy diferentes a los españoles. Nosotros debemos competir en calidad y profesionalidad, pero a fecha de hoy tenemos playas sin hamacas y terrazas con niveles de sonido tan bajos, para cumplir la cada vez más exigente normativa, que el turista no entiende ni busca. Hay que encontrar soluciones. Es evidente que el ocio tiene aspectos negativos que hay que minimizar, pero debemos entender que Ibiza es una marca global claramente definida en el mundo, líder en el sector del ocio e imitada por muchos. Por eso debemos acordar normativas que tengan sentido, se ajusten a la realidad y beneficien a todos», concluye el presidente de Ocio de Ibiza.