El Baluard de Sant Pere, en plenas murallas renacentistas, junto a la Plaza del Sol y con unas magníficas vistas aéreas de la plaza del Parque, fue el perfecto escenario para que el festival Lluna plena de juny rindiera ayer un merecido homenaje a 26 años de poesía y música en nuestra isla.
En el ambiente se palpaba la sensación de estar ante algo especial. Aunque el encuentro fue casi una reunión de amigos, con más de veinte poetas leyendo cada uno un poema y dos músicos inundando de notas el lugar, la sensación era que después de ayer nada volvería a ser igual. Desde que en 1992 se puso en marcha este encuentro poético, sus impulsores y organizadores, Julio Herranz, Carles Fabregat, Toni Roca y el músico Joan Murenu, han permanecido inasequibles al desaliento, manteniendo viva la llama de los versos en Ibiza, demostrando que hay vida más allá de las fiestas, la música electrónica y las discotecas. Sin embargo, como los tiempos adelantan que es una barbaridad, para la edición de 2019 están buscando alternativas para cambiar su formato. Ojala sea sólo eso y no se pierda la esencia.
Ayer, bajo el título de Lluna i apart participaron una amplia selección de los poetas que han tomado parte en alguna de las ediciones de este festival desde que se puso en marcha en 1992. Por orden alfabético y divididos en tres bloques hicieron las delicias de los asistentes Nora Albert, Carme Balanzat, Raffa Cabrerizo, Josep Costa, Angels Escandell, Carles Fabregat, Mise Garcia, Ana Gavila, Julio Herranz, Josep Marí Jorge Peribanez, Mario Riera, Toni Roca, Montserrat Rovira, Pau Sarradell, Emma Segura, Sergi Torroó, Eva Tur, Pep Tur, Vicent Tur y Xesca Verd. Y al inicio la música de Joaquín Luzón y entre bloque y bloque la de Joan Murenu.
Cambio tras 26 ediciones
Según explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera el gestor cultural, escritor, poeta y uno de los organizadores, Carles Fabregat, «la intención es dar una vuelta a este recital para que después de 26 ediciones pueda crecer, como ya han hecho otros del área mediterránea». Para ello, aseguró que están estudiando diferentes modelos y quiso dar «un sincero agradecimiento a todas las personas, poetas y músicos que han formado parte de los recitales».
En este sentido, Fabregat recordó que Lluna plena de juny comenzó en 1992 en el claustro del Ayuntamiento junto a una serie de iniciativas culturales impulsadas por él mismo, Julio Herranz, Toni Roca y Joan Murenu. «Después de los años dorados que abarcaron desde finales de los sesenta y primeros de los ochenta, intentamos revitalizar la cultura y pusimos en marcha recitales o festivales como éste, el ciclo Anem al cine que comenzó en noviembre de 1991 o el desaparecido A la llum dels ametllers en flor, en el que después de pasear por el Pla de Corona a lo largo de los años leyeron poemas en la iglesia de Santa Agnès poetas como Llanos lozano, Antonio Colinas, Vicente Valero, y un jovencito Pep Tur, Pep Marí, Pau Serradell o un jovencísimo Pep Tur».