Quince años ofreciendo un mar de posibilidades a distintos colectivos de personas con necesidades especiales o en riesgo de exclusión social de la isla de Ibiza. Este es precisamente el tiempo que lleva el programa social del Club Náutico Ibiza que dirige Pedro Cárceles haciendo felices a miles de personas a través de distintas actividades deportivas, lúdicas y terapéuticas en la playa de Talamanca de la ciudad de Ibiza.
Este año las actividades comenzaron en mayo y durante este mes y el de junio el equipo de Pedro Cárceles ha centrado su trabajo en usuarios de los planes educativos, hospitales y centros de día de salud mental, talleres ocupacionales, y de asociaciones como Cruz Roja.
Además, una temporada más, los sábados de estos dos primeros meses se volvió a impartir el Curso de formación y coordinación del voluntariado.
En esta ocasión se han formado un total de 11 voluntarios sobre temas relacionados con la salud –conceptos básicos de fisiología, movilizaciones o higiene –, la náutica o la seguridad en el mar. Incluso, un año más han contado con la desinteresada colaboración de Pro-Activa, quien les asesoró en la simulación de posibles situaciones de emergencia en las actividades que el programa realiza en el mar.
Los meses de julio y agosto
Ahora durante el mes de julio y el que viene de agosto, los usuarios de Un mar de posibilidades cambian. Aprovechando que el estado del mar y las condiciones climatológicas son más adecuadas para las necesidades específicas de los grupos de geriatría, por las mañana acuden usuarios de las residencias de Tercera edad de todos los municipios de la isla, y por las tardes grupos con afecciones motoras.
A estos últimos, Un mar de posibilidades les ofrece, como en años anteriores, el poder bucear por la bahía de Talamanca y explorar las praderas de Posidonia y su belleza marina.