La polémica que el año pasado hizo que los feriantes no pusiesen sus puestos en la feria de Sant Bartomeu, en Sant Antoni, por el cambio de ubicación vuelve a saltar a escasos días de la celebración de la feria. «Llamé el otro día al Ayuntamiento para ver si me podían dar una cita que me permitiese hablar de la feria, para ver qué pensamientos tienen para este año», dijo Piedad Romero, una de las feriantes.
En este sentido, explicó que la respuesta por parte del Consistorio fue clara y repetitiva. «Me dijeron que todo seguía igual, que no nos van a dar permiso para poner los puestos en el Passeig de ses Fonts. Sant Antoni se queda sin la feria por culpa del concejal de fiestas y de Cristina Ribas», añadió.
Por su parte, desde el Consistorio recalcaron que ya se explicó en pleno que este 2018 las condiciones serían las mismas que en 2017. Y es que, según explicaron hace menos de un año, su objetivo siempre ha sido que el paseo sea un espacio libre de obstáculos por el que se pueda pasar. Además, tratan de descentralizar las actividades para movilizar la actividad de otras zonas.
El Partido Popular ya se posicionó hace unos meses a favor de los feriantes y, nuevamente, muestra su rechazo a que tengan que instalar sus puestos lejos del paseo.
Adecuación del terreno
Romero se queja de que ses Variades, la zona elegida para albergar la feria y a la que no acudieron el año pasado por no reunir unas condiciones «óptimas» para su actividad, sigue con un aspecto similar. «Si tenemos que volver a ses Variades dejaremos, otra vez, al pueblo sin feria», lamentó.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Sant Antoni aseguraron que la concejalía de Obras ha acondicionado el solar situado junto al mercado payés que se utiliza normalmente como aparcamiento. «Los operarios de la brigada municipal han retirado la grava y han cubierto la parcela con hormigón de manera que el aparcamiento permanezca en buen estado durante más tiempo y los usuarios puedan estacionar allí sin dificultad», remarcaron.
Art&Mercat
El mercado semanal Art&Mercat que empezó a mediados de mayo con el objetivo de que Sant Antoni fuera el «centro» de la isla los sábados ha echado el freno.
Según explicó Saigo Dicenta, coordinador de la iniciativa, «hace mucho calor y, quitando el primer mes, luego ha estado muy flojo». En esta línea, recordó que las actividades culturas y creativas que se llevaban a cabo en el casco antiguo del municipio «funcionan mejor en invierno con la gente local».
Aún así, en la presentación del mercado hace apenas dos meses se preveía que las temperaturas en los meses centrales del verano iban a ser elevadas por lo que se decidió cambiar el horario; si en mayo arrancó de 9 a 16 horas, a partir de junio y hasta octubre sería en horario de tarde, desde las 17 hasta la medianoche.
«Por tema de papeleo con el Ayuntamiento se retrasó el inicio del mercado y empezó tarde. Ahora, hemos pensado que lo retomaremos en septiembre u octubre», puntualizó Dicenta.