Cada vez son más los usuarios de playas como Cala Salada que deciden acceder desde el mar a rincones de la isla como este, tras el cierre del acceso por carretera a la misma con vehículos privados hace tres años.
«Hoy solo se puede llegar a Cala Salada en autobús público o con nuestras excursiones marítimas, que salen desde Sant Antoni de Portmany, y que permiten disfrutar de una ida y vuelta a esta emblemática cala en un agradable viaje de 45 minutos por trayecto», explica la gerente de Sun & Beach, María Bonet. Su familia lleva más de 50 años organizando excursiones a Cala Salada, Cala Bassa o Platges de Comte, «ya que antes no había carreteras, los caminos eran muy malos y miles de personas hacían uso de nuestros barcos para disfrutar de las playas más bonitas de Ibiza», recuerda María Bonet para quien «la vuelta a nuestros orígenes, y a estas excursiones que nos permiten disfrutar, además, de un paseo maravilloso, evitando el tráfico y el estrés de buscar aparcamiento, es muy positivo porque evita la masificación de nuestras carreteras y nos muestra nuestro entorno de primera mano».
Los precios de este servicio a Cala Salada suponen 9 euros para adultos y 4,5 para niños ida y vuelta «y un viaje muy especial», sentencia María Bonet quien recuerda la flexibilidad de los horarios que tienen varias salidas: a las 10:30 horas, a las 11:30 horas y a las 13:00 horas desde el Puerto de Sant Antoni, haciendo parada en Mar Amantis, Pinet y Port des Torrent, para llegar a Cala Salada y sendas vueltas a las 14:00 y a las 18:00 horas todos los días desde el inicio de la temporada, en abril, hasta el final de la misma en octubre.
«Desde hace tres años somos la única empresa que presta este servicio de acceso a Cala Salada, necesario desde que no se puede acceder a la misma en coche, y cada año notamos que más gente lo conoce y decide utilizarlo», añadió María Bonet, para quien «es muy reconfortante ver a familias enteras, no solo de turistas, sino también de residentes, que disfruta con nuestras excursiones y son usuarios habituales», concluye.