Los vertidos fecales han vuelto a las fincas agrícolas de ses Salines apenas un mes después de que siete fincas hubieran perdido cinco toneladas de cultivo, lo que supone cerca de 30.000 euros, por este mismo motivo.a los últimos vertidos registrados.
En esta ocasión, la principal diferencia radica en que en los últimos días apenas ha llovido, pero las alcantarillas reventaron y sacaron a la luz una «manta de papel WC, toallitas y aguas sucias» que han vuelto a cubrir algunos de estos campos de cultivo.
Así lo manifestó ayer uno de los agricultores afectados, quien mostró su malestar porque «han caído cuatro gotas y volvemos a estar como antes». Por esta razón, exigen soluciones al Ayuntamiento de Sant Josep.
Desde el Consistorio explicaron que son conscientes de la situación que se ha producido, al tiempo que destacaron que es un tema difícil de solucionar y recalcaron que la gestión de la depuradora de ses Salines y del sistema de bombeo pertenecen a Abaqua, organismo que depende del Govern.
Por otra parte, destacaron que están exigiendo a Abaqua una solución definitiva y no «parches». En los vertidos del pasado mes de agosto, el concejal de Urbanisme, Ángel Luis Guerrero, destacó que la depuradora de ses Salines funciona correctamente en un día de lluvia normal, algo que esta semana se ha comprobado que no es así.
Cabe recordar que las siete fincas denunciaron penalmente los últimos vertidos por un «posible delito contra los recursos naturales y medioambientales» y recogieron muestras para reclamar, posteriormente, los daños causados por la contaminación de estos vertidos de agua sucia. Los agricultores señalan que los vertidos están afectando a los pozos y acuíferos de la zona.