Las fuertes lluvias de esta mañana han vuelto a provocar inundaciones de vertidos fecales en los campos agrícolas de ses Salines. No es la primera vez que las deficientes infraestructuras de saneamiento y el mal estado de la depuradora provocan vertidos en estos campos.
De hecho, a mediados de agosto las aguas fecales que anegaron los campos provocaron la pérdida de una cosecha de entre y cinco seis toneladas valorada en torno a 30.000 euros. Esta última semana, a pesar de las escasas lluvias, los campos se han vuelto a ver afectados por el rebose de las aguas sucias.
El Govern y el Ayuntamiento de Sant Josep se culpan mutuamente sobre quién tiene la responsabilidad de estos vertidos. Ante la inacción de las administraciones, uno de los propietarios de las tierras afectadas interpuso una denuncia ante la Guardia Civil de Sant Antoni por un posible delito contra los recursos naturales y otro por prevaricación ambiental.