La consellera de Serveis Socials i Cooperació del Govern Balear, Fina Santiago, visitó ayer la residencia Reina Sofía y el Centro de Día de Sant Joan, este último por vez primera, y aprovechó para informar de los recientes datos obtenidos desde la reactivación de la Ley de dependencia en 2015. Unos datos que la consellera tildó de «positivos, aunque siempre mejorables» al verse incrementado el número de plazas y de nuevos servicios a la dependencia en toda Baleares.
En el caso de Ibiza, han aumentado un 58 % los beneficiarios de dependencia en estos últimos tres años, un total de 630 usuarios. Se ha pasado de los 1.083 en 2015 a 1.711 este año. Asimismo, desde 2015 han aumentado un 20 % el número de plazas públicas residenciales para personas con dependencia, pasando de 224 plazas a 263. En la actualidad existen 100 usuarios de dependencia en lista de espera, que son beneficiarios de otros servicios hasta que dispongan de plaza, como la asistencia a centros de día o las prestaciones a la dependencia.
Los datos concretos corresponden a la cobertura de 15 nuevas plazas para la residencia Reina Sofía de Ibiza, así como la reconversión de 24 plazas privadas a públicas en la residencia Sa Serra de Sant Antoni. El Centro de Día de Sant Joan también se ha visto beneficiado, ya que la Conselleria de Serveis Socials ha acordado financiar 12 plazas concertadas por primera vez en este centro, y ya se encuentran integradas en la Xarxa Pública d'Atenció a la Dependència.
Competencias
Para la consellera, la colaboración de los municipios, así como del Consell d'Eivissa, sería lo deseable, tal y como manifestaba durante su recorrido por la residencia Reina Sofía junto con el Director General de Dependencia del Govern, Juan Manuel Rosa. «En Mallorca la Conselleria paga el 50% de las residencias y el Consell d'Eivissa no gestiona ninguna de ellas, cosa que nosotros entendemos que le corresponde», expresaba Santiago, que sin embargo agradecía «que Sant Joan sea el municipio que ha concertado 12 plazas más que no están llenas» pero que consideró «que a medida que la gente sepa de estas plazas, que es concertado y por tanto no deben pagar el 100% de la prestación, se irán llenando».
Acerca de los municipios de la isla que respondieron a la oferta del Govern, la consellera explicó que hace dos años comunicaron a todos los ayuntamientos los propósitos del Plan Estratégico de Servicios Sociales del Govern Balear, que preveía la creación de nuevas plazas residenciales y de centros de día, «porque nuestro objetivo es que en cada municipio haya un centro de día dispuesto para personas con dependencia», y que los únicos que respondieron a la demanda fueron los municipios donde se ubican la residencia Reina Sofía, el Centro de Día de Sant Joan y Sa Serra. «Seguimos dispuestos a ofrecer más, aunque también es verdad que la isla de Ibiza está menos envejecida, con 100 personas pendientes de plaza, en comparación al resto de Baleares», con 1.200 dependientes en lista en Mallorca y 200 en Menorca, aclaraba la consellera.
Otra de las peculiaridades que distingue a Ibiza con respecto al resto de islas es la falta de solares públicos para la ejecución de una posible nueva residencia, plan que desde la conselleria de Serveis Socials aseguraban haber examinado. «Con una nueva residencia en Ibiza podríamos cubrir la demanda en 15 o 20 años, pero no tenemos terreno público para poderla construir. Tampoco hay residencias municipales en Ibiza».
Teleasistencia gratuita
Con respecto a las novedades de 2018, cabe destacar los servicios de Teleasistencia «con 225 aparatos y gratuito tras la modificación del decreto» y el Servicio de Ayuda al Domicilio, así como el servicio de Promoción a la Autonomía Personal, servicios compatibles con otras ayudas».
Las nuevas prestaciones implican necesariamente la contratación de nuevos empleados algo que, según explicaba la consellera, supone «un incremento de 94 profesionales por cada 100 usuarios. Es decir, el servicio de Atención a la Dependencia es una prestación que genera puestos de trabajo, estables y cualificados», aunque la consellera reconocía que la formación para estos puestos «es algo pendiente». El perfil de empleados para el servicio a domicilio está «regulado y coordinado por un trabajador social y pensamos que tiene que crecer. De hecho, en Europa este tienen un porcentaje más alto que en España», concluía Santiago.