La mujer de 56 años que la tarde del miércoles perdió la vida en un accidente ocurrido en Cala Carbó elevó a ocho la cifra de motoristas muertos en las Pitiusas en lo que llevamos de año, dos víctimas más que el balance registrado hasta el 20 de septiembre de 2017.
El recuento provisional de víctimas en las carreteras de Ibiza y Formentera ya acumulan un total de once fallecidos entre el 1 de enero y el 20 de septiembre, tres menos que en el mismo periodo de 2017, el año más trágico de la última década. La cifra de víctimas mortales se disparó notablemente el ejercicio pasado y, desgraciadamente, la tendencia se mantiene. Y al igual que en el 2017, las personas que circulan sobre dos ruedas siguen siendo los grandes damnificados de la carretera. A fecha de hoy los motoristas muertos en este 2018 son dos más que en el mismo periodo de 2017, ejercicio que finalmente se cerró con once motoristas fallecidos en accidentes de tráfico.
El grueso de las muertes
El balance del pasado año se disparó con la muerte de un joven de 30 años en Formentera, el día 24 de septiembre, y de dos jóvenes norteamericanos, de 19 y 21 años, que fallecieron 24 horas después tras un brutal choque frontal contra un camión en la carretera de Cala Vedella. A estas muertes se sumó la de un joven de 24 años de Sant Carles, el 2 de noviembre.
El 2017 se cerró con un total de 21 muertos sobre el asfalto y casi la mitad, diez, eran motoristas.
En este 2018 ya se han contabilizado once fallecidos, de los que ocho eran motoristas.
La carretera de acceso a Cala Carbó ha sido el escenario de las dos últimas muertes. Así, con anterioridad al accidente de la mujer de 56 años, un motorista de 37 perdió la vida tras sufrir una salida de vía en la EI-702. Ocurrió el pasado 6 de septiembre. La trágica lista de motoristas fallecidos se abrió el 22 de enero con la muerte de un joven de 30 años en Santa Eulària. Un mes después, un vecino de Sant Josep de 72 años moría al chocar contra un camión. El 1 de mayo era un joven de 28 años el que chocaba contra un taxi en la EI-200. En junio, fallecía un joven de 24 años en La Mola y un vecino de Vila que fue embestido por un conductor que dio positivo por drogas. Agosto registró una única muerte y fue en Formentera.