La música del Rèquiem de Mozart despertó emociones este domingo en el Recinto Ferial de Ibiza, que acogió un macro concierto para más de 1.000 personas en el que casi un centenar músicos de distintas bandas interpretaron la conocida Misa de Réquiem del compositor austriaco Wolfang Amadeus Mozart. El evento lo organizó el Consell d'Eivissa para celebrar el Día internacional de la tolerancia que desde 1996 organiza Naciones Unidas cada 16 de noviembre.
Foto: Daniel Espinosa.
El concierto llevaba por título Misa de Réquiem en re menor KV626 de Wolfgang Amadeus Mozart y en él participaron durante más de una hora 26 músicos de la orquesta Ibiza Soul Baroque, 20 del coro de cámara La Voix del Âme de Valencia y otros 26 del coro ibicenco de cámara Petit Cor. Además, Marian Roig Tur fue la concertino de la Ibiza Soul Baroque, y junto a ella también actuaron la soprano Natalia Perelló, la mezzosoprano Adriana Mayer, el tenor Vicente Romero, y el barítono Fernando Piqueras.
El Rèquiem, la última obra de Mozart
La Misa de Réquiem en re menor, K. 626, es la decimonovena y última obra escrita por el compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart, quien murió en 1791, a la edad de 35 años, antes de poder terminarla. El encargado de ello fue el también compositor Franz Xaver Süssmayr y no Salieri, como muestra la película Amadeus de Miloš Forman, siguiendo las indicaciones del genio austriaco cuando ya estaba muy enfermo.
Foto: Daniel Espinosa.
La obra está inspirada en los textos latinos que se escribían para el réquiem católico que conmemoraba la muerte de una persona. Según cuenta la historia, Mozart recibió en junio de 1791 el encargo de escribirla por parte de un personaje misterioso, vestido de negro y que rehusó identificarse. Posteriormente, se supo que aquel sombrío personaje era Franz Anton Leitgeb, un enviado del conde y músico aficionado Franz von Walsegg, que quería que el compositor compusiera un réquiem en honor a su esposa fallecida para luego atribuirsela él.
Sin embargo Mozart no la pudo terminar y a día de hoy se sabe a ciencia cierta que el compositor austríaco únicamente completó de forma íntegra el Introito y el Kyrie. Además, comenzó el Ofertorio y la Sequentia aunque las acabó completando su alumno y discípulo, Süssemayr. El resto, los dos siguientes movimientos y el movimiento final, fueron compuestos en su totalidad por este último.
Foto: Daniel Espinosa.
La obra acabó estrenándose de forma completa el 2 de enero de 1793 en el marco de un concierto que se celebró en la ciudad austriaca de Viena a beneficio de la mujer del compositor, Constanze Weber.
Según los expertos, una de las principales influencias de la obra pudo ser el Réquiem que compuso Michael Haydn en 1771 para la muerte del arzobispo de Salzburgo, S. C. Schrattenbach. El texto original está escrito en latín y según los expertos es obra del franciscano italiano Tomás de Celano. La obra está dividida en siete bloques que, a su vez, se subdividen en otras partes más pequeñas. Cada una tiene un final y están compuestas para orquesta sinfónica – violines primeros, violines segundos, violas, violonchelos, contrabajos, corno di bassetto, fagotes, trompetas, trombones, timbal y órgano –, coro y voces solistas, concretamente un soprano, un contralto, un tenor y un bajo.