La plaza de Antoni Albert i Nieto volvió a llenarse ayer de bicicletas y triciclos con motivo de la XXXII edición del Día del Pedal de Vila. En total, 1.066 participantes se animaron a participar en alguno de los tres recorridos diseñados por el Ayuntamiento con el objetivo de fomentar el uso de la bicicleta como elemento que permita mantener la condición física. «Hay algo menos de participación que el año pasado que rondaron las 1.300 inscripciones; incluso ha habido alguna edición en la que hemos tenido hasta 2.000», recordó Lluís Literas, técnico de Deportes de Vila.
El primer recorrido, en el que se inscribieron 636 participantes, empezó pasadas las 11 de la mañana y cambió el tradicional recorrido que llegaba hasta el puerto de la ciudad para llegar hasta Platja d'en Bossa pasando por ses Figueretes. «Se ha hecho más corto para evitar por la zona del paseo marítimo que está en obras», explicó Literas.
La segunda salida contó con 350 participantes en un recorrido de seis kilómetros diseñados para niños y niñas de 8 a 11 años, además de acompañantes. El Circuito ‘baby' fue el último en dar el pistoletazo de salida con 80 pequeños a los mandos de sus bicicletas y triciclos.
Por su parte, el técnico de Deportes quiso subrayar la importancia de fomentar la movilidad sostenible en el municipio; motivo por el cual, dijo, se celebra este día cada año. «La gente tiene que ver la bicicleta como una manera de ayudar a que la ciudad sea más tranquila y que el tráfico se pacifique», explicó. Por ello, dijo que el Ayuntamiento está trabajando para que la bici coja mayor protagonismo en la ciudad. «Todos somos conductores de coches, pero al mismo tiempo somos víctimas de estos y tenemos, poco a poco, que ir expulsándolos del centro de la ciudad y tomen protagonismo las personas que andan o usan la bici. Hay que quitarle protagonismo al coche», matizó.
En este sentido, Literas reconoció que hay que facilitar unas «mejores condiciones» a todos aquellos que apuestan por la bici como alternativa al vehículo privado. «Hay que trabajar en aparcamientos, carriles segregados y calles con velocidad muy limitada para que pueda haber usos compartidos».
De hecho, algunos participantes dijeron que usan la bici menos de lo que les gustaría porque «creemos que no solo Eivissa sino la isla en general no está adaptada para usarla como medio de transporte». Sin embargo, quisieron concienciar a sus hijos, sobrinos, nietos y amigos de la importancia que tiene llevar una vida activa. «A mi hijo le encanta salir en bici y he aprovechado para acompañarle. Él repite experiencia y para mí es la primera vez», decía una madre.
Mientras los ‘ciclistas' recorrían Vila, desde el Ayuntamiento se programaron diferentes actividades de animación como una exhibición de patines, un circuito de educación vial y otro de habilidad.
Al final de la jornada hubo un sorteo en el que se repartieron 13 bicicletas y diferentes accesorios entre todos los participantes. «No es a ver quién gana porque no es una competición. Todo el mundo que participa puede optar a los premios», matizó Literas quien reiteró que la menor participación en esta nueva edición puede deberse a la inestabilidad del tiempo en las últimas semanas.