Los ibicencos contarán en mayo de 2019 con una nueva papeleta que depositar en las urnas: la de Proposta per Eivissa. Una coalición a quien el IBES le otorga representación en casi todos los ayuntamientos, el Consell d'Eivissa y en el Parlament. Esta fuerza política está formada por El PI, Más Eivissa y Alternativa Insular, cuyo presidente es Vicent Torres Ribas (Sant Jordi de ses Salines, 1964), un jordier que lleva en política desde 1999.
¿Qué estará votando el que decida coger una papeleta de Proposta per Eivissa en las elecciones de mayo de 2019: izquierda, centro o derecha?
—Estará votando muchas cosas y quizás lo que menos vote será ideología. Hemos llegado a un acuerdo transversal en asuntos básicos. Si hacen falta servicios sanitarios, una escuela o tuberías de agua pues se tienen que hacer porque son necesarias; todo esto carece de ideología política. En Alternativa Insular, por ejemplo, siempre hemos sido del ‘sí' y nunca hemos parado proyectos necesarios para el pueblo por una cuestión ideológica. Y así hemos llevado a cabo la coalición, porque pensamos que hay muchas cosas para hacer en los municipio y queremos tener una proyección en el Consell y el Parlament para hacer llegar estas necesidades de forma directa y sin intermediarios
En 2011 ya se formó una coalición, Nova Alternativa, con varias de las formaciones que hoy forman Proposta per Eivissa. En aquella formación también estaba Antonio Villalonga, concejal de EPIC en Vila. ¿Han intentado que se uniera a la coalición? ¿Por qué no ha sido posible?
—En 2011 Villalonga era de Alternativa Insular y más tarde formó EPIC y la coalición estaba formada por Es Nou Partit y Alternativa Insular. Después de las elecciones y de los resultados conseguidos no tenía ningún sentido continuar juntos estando en territorios diferentes y cada uno optó por lo que más le convenía. Alternativa Insular no se movió y fue Es Nou Partit y Villalonga los que se fueron y cogieron su propio camino. En este caso, creo que hay muchas incompatibilidades con EPIC, es un partido muy personalizado en la figura del señor Villalonga, y en las conversaciones que tuvimos no conseguimos crear la sintonía necesaria para ir más allá.
Como decía usted, después de las elecciones de 2011 la coalición de deshizo. ¿Volverá a pasar en estas elecciones o seguirán bajo Proposta per Eivissa?
—Proposta per Eivissa no es una fusión de partidos sino una unión temporal para intentar obtener la representación que creemos necesaria. Dependerá mucho de los resultados pero creo que todos somos conscientes que los partidos pequeños no tenemos más remedio que ir juntos. En Alternativa Alternativa, no obstante, esperamos que este proyecto vaya a más.
Algunas de las caras visibles del proyecto, como usted mismo o Toni Roldán, se marcharon o los echaron de los grandes partidos, PP y PSOE. ¿Tan mal lo hacen estas formaciones?
—Yo nunca he criticado al PP. En un momento dado vi que no tenía cabida en el partido y me fui, sin ninguna intención de formar otro partido sino que posteriormente surgió esta posibilidad. ¿Algunos pueden decir que soy un chaquetero? Pues no: yo dejó una chaqueta vieja y me compré una nueva. Tengo buenos amigos y buenos recuerdos del PP pero llevan una línea que se marca desde Madrid. También salieron del partido personas que venían del Partido Liberal, del que yo también procedía, y decidí irme también.
¿Por qué Ibiza necesita una coalición insularista?
—Porque hace 30 años que PP y PSOE nos prometen que defienden los intereses de la isla y hace 30 años que nos quejamos de las mismas carencias: una sanidad, una educación y unas infraestructuras inadecuadas. Cuando llegamos a Mallorca con nuestras pretensiones siempre hay otras prioridades que hacen que las de Ibiza se queden atrás.
Pero los diputados y senadores del PP y del PSOE que hay en Madrid dicen que como pertenecen a los partidos que gobiernan pueden tener más influencia y conseguir más cosas para Ibiza.
—En Ibiza se ha dado pocas veces que los astros se alinearan y gobernaran el Consell, el Govern y el Gobierno del Estado el mismo partido, como sucede ahora. Hemos tenido la suerte de que los socialistas de Ibiza apoyaran a Sánchez y sacaremos algunas cosas, pero no es la tónica general. Pueden decir lo que quieran pero los diputados y senadores votan lo que les marca el partido desde Madrid.
¿Su modelo es Coalición Canaria?
—Es un modelo a seguir, con ocho o nueve partidos que consiguieron juntarse. Nosotros somos tres pero podríamos ser cuatro o cinco, no pasaría nada. Es un modelo insularista, de defender tus costumbres y tradiciones, tu manera de vivir, y de levantar un poco la cabeza.
Uno de los problemas de nuestras islas es la financiación. ¿Será capaz Armengol de conseguir un buen REB y que entre en vigor en 2019?
—Para tener un buen REB tendría que haber un presidente del Gobierno que viviera en alguna isla, por lo que será complicado. De esta manera tomaría verdadera conciencia de lo que supone vivir en una isla y el encarecimiento que supone. No sé si Armengol se lleva muy bien con Sánchez o si es una negociadora adecuada pero lo importantes es tener algo para después mejorarlo.
Las encuestas electorales elaboradas por el IBES y publicadas por el Periódico de Ibiza y Formentera les otorga representación en casi todas las administraciones. ¿Les han animado estos sondeos?
—Animados ya lo estamos porque todo proyecto nuevo ilusiona pero nos ha sorprendido porque no hace ni dos meses que hemos presentado el proyecto y también nos hace ilusión que de primeras se cuente con nosotros.
En el Consell d'Eivissa les otorga un conseller. ¿Qué valoración hace del equipo de gobierno formado por PSOE y Podem–Guanyem?
—Si esto fuera un examen les pondría un no presentado. Para los que estamos incluso en política hay cierto desconocimiento de quiénes forman parte del equipo de gobierno y de las áreas que llevan. Está el presidente y la vicepresidenta, que siempre está de viaje. Del resto poco más se sabe. Y Fora Vila el Consell es una institución muy desconocida.
Las mayorías absolutas parece que han pasado a la historia. Si consiguen representación en el Consell y PP y PSOE pudieran pactar con ustedes, ¿por quién se decantarían?
—Cuando vamos a elecciones todos salimos a ganar. En Sant Josep hemos gobernado con el PP y ahora hemos apoyado siempre los presupuestos del PSOE. Creo que este será el camino del futuro porque cada vez habrá más partidos y se tendrá que ceder, cosa que los grandes partidos no están acostumbrados, para avanzar en los proyectos porque si no no se hará nada. Haremos trato con quien acordemos llevar adelante nuestro programa electoral y los proyectos que pensamos que son buenos para la isla, o no haremos tratos con nadie.
¿Se ve formando parte de un equipo de gobierno en el que esté Podemos?
—No lo sé, con gente de Podemos me llevo muy bien. Hacen propuestas sociales muy razonables y perfectamente válidas para Ibiza. Quizás en la parte de infraestructuras nosotros pensamos que necesitaríamos algunas más de las que tenemos. Puntos de encuentro tenemos con todos los partidos pero si entraríamos a formar parte de un gobierno con Podemos lo tendría que decidir la coalición.
¿Qué es lo que más le urge a la isla de Ibiza?
—La cuestión del urbanismo y el Plan Territorial Insular, que sería el plan de futuro de toda la isla. Muchas veces pienso que todos los ayuntamientos tiene sus planes generales o sus normas subsidiarias pero parecen departamentos estanques y nadie coordina, por ejemplo, que una carretera pasa por más de un municipio. Hay mucha diferencia en lo que se puede hacer en Vila y lo que se puede hacer en Sant Josep, basta ir a la calle de la Platja d'en Bossa que divide los dos municipios y los edificios de seis y siete plantas de Vila se convierten en tres plantas en Sant Josep. Esto, por ejemplo, hace que Sant Josep sea mucho más caro porque hay que consumir más territorio para hacer viviendas. También se podrían unificar servicios como la recogida de basuras o el socorrismo de las playas y abarataría costes a la administración y al ciudadano.
Pero los ayuntamientos se enfadarían.
—Tiene que pasar mucho tiempo para que los partidos dejen de tener sus reinos de taifas y pensar que cada municipio es su cortijo particular. Al final a la gente le da igual si es Sant Antoni o Sant Josep el que limpia la playa, sólo quiere que esté limpia.
¿Proposta per Eivissa cree que sobran turistas?
—No, yo nunca diré que sobran turistas. El turista que viene a Ibiza es un buen turistas porque se ha gastado un dineral para venir. El sol y playa es nuestro principal atractivo y hay que darles una oferta adecuada. No creo que sean los turistas los que saturan la isla porque tenemos los mismos de siempre. Llegan más turistas porque cada vez se quedan menos tiempo y se necesita más gente para que las camas estén ocupadas el mismo tiempo, caben los que caben. No creo que ningún comerciante te diga que entra demasiada gente en su tienda.
¿Cuál es la posición de Proposta per Eivissa sobre la ecotasa?
—En un territorio como Balears, con la riqueza que genera, no tendría que ser necesaria la ecotasa. Y menos que la utilizan para financiar cuestiones que tendrían que estar previstos en los presupuestos del Estado o de la Comunitat. La ecotasa tendría que reparar la huella que dejan los turistas. Tenemos unos embarcaderos, en Platges de Comte o Cala Bassa, que son tercermundistas y el paseo marítimo de ses Figueretes se tendría que financiar de otra manera.
A la presentación de la coalición en Ibiza acudió Jaume Font, presidente en Baleares del PI. ¿Están bajo su tutela?
—No, está él bajo la nuestra.
Pero el PP les llama ‘los mallorquines'.
—Que después de 30 años de ellos dejándose invitar y doblando la espalda nos digan a nosotros que nos hemos mallorquinizado ... Ninguno de los que estamos en la coalición estamos sometidos a la disciplina de otro partido, incluso El PI de Ibiza es independiente del PI de Mallorca. Sí que es verdad que si en el Parlament no obtuviéramos suficientes representantes para formar grupo, nos integraríamos con el grupo del PI. Tenemos garantizado que lo que nosotros propongamos también lo defenderá El PI.
En tema de carreteras existe la discusión si con las que tenemos ya ha suficiente o es necesario ampliarlas. ¿Cuál es su opinión?
—A veces parece que matamos moscas a cañonazos pero tendríamos que dimensionar estas obras no para nuestras necesidades de ahora sino también para las de dentro de 15 o 20 años. Me acuerdo que cuando se inauguró la actual sede del Consell d'Eivissa, que se decía que era un monstruo y ahora hay mesas y sillas repartidas por todos los rincones. Planifiquemos más a medio y largo plazo, pero no pasa por hacer muchas más carreteras de las que tenemos ahora.
¿Las cabras de es Vedrà se tienen que quedar en el islote o, si se tienen que sacar, cómo?
—Ya criticamos en su día el hecho y el cómo se hizo, sobre todo porque no se habló con nadie del Consell ni del Ayuntamiento de Sant Josep. El Govern no contó con nadie. Es una cuestión de maltrato animal que no podemos compartir.
¿Hay que sacar las que quedan vivas?
—Si es verdad que dañan tanto al medio ambiente pues se tendrán que sacar. A mí, particularmente, me da igual si en es Vedrà hay cabras o no pero si dañan la flora...
¿Qué valoración hace de la legislatura en Sant Josep, con el PSOE gobernando en minoría?
—El hecho de que Guanyem les votara a favor en la investidura les dio seguridad para gobernar en minoría. Se vieron obligados a arreglar el tema del agua por la presión ciudadana, porque no es algo que tuvieran previsto, y estamos de acuerdo con ello porque es necesario. Han hecho tuberías, el proyecto para hacer un colegio y no han hecho nada más. También dijeron que en seis meses Sant Josep tendría agua buena y tres años después la mitad del municipio sigue lavándose con sal, así que han fallado bastante. Muy desapercibidos, la verdad.
¿Será el cabeza de lista de Proposta per Eivissa en Sant Josep o se retirará de la política?
—Quizás en mi casa tienen más ganas de que me retire que yo. La verdad es que tengo muchas papeletas para repetir, al igual que en Sant Antoni las tiene alguien del PI o en Sant Joan alguien de Más Eivissa, mientras que en Vila y Santa Eulària está por decidir. Pero no soy yo el que lo tiene que decidir únicamente.