La Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico d'Eivissa (Ciotupha) aprobó ayer el proyecto de rehabilitación del edificio ubicado en la UA-27 del barrio de sa Penya, donde se prevé construir 11 viviendas de alquiler y equipamiento municipal. «Ahora falta que se nos notifique oficialmente este acuerdo, paso imprescindible para poder seguir la tramitación», apuntaron desde el Ayuntamiento de Vila.
Una vez reciban la comunicación, se empezarán a preparar los pliegos de licitación con vistas a su adjudicación. Cabe recordar que se trata de un proyecto fruto de un convenio de colaboración elaborado por los técnicos de la Dirección General de Arquitectura y Vivienda del Govern balear en coordinación con los técnicos municipales.
En paralelo, también se está terminando la tramitación del proyecto de urbanización de las calles Alt y Retir que delimitan esta unidad de actuación. «Nunca se ha dejado de trabajar en este proyecto que se sigue tramitando con la voluntad de que sea una realidad cuanto antes», reiteraron desde el Consistorio.
Asimismo, ayer se celebró la Comisión Municipal de Territorio donde se aprobó, con unanimidad de todos los grupos políticos, el proyecto básico y de ejecución de la UA-27, tras la aprobación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) en la Comisión celebrada la semana pasada.
Un proyecto de 2016
El alcalde de Vila, Rafa Ruiz, y el conseller de Territori del Govern, Marc Pons, presentaron hace dos años el proyecto de rehabilitación de este edificio municipal donde se construirán 11 viviendas de protección oficial de entre 45 y 75 metros cuadrados, en una superficie de 940 metros cuadrados distribuidos en tres niveles: planta, sótano y dos plantas.
En este sentido, las viviendas contarán con una o dos habitaciones con sala de estar, comedor y cocina y, a parte, se dispondrá de un espacio de 273 metros cuadrados para equipamientos. Será el Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) quien se encargue de alquilar las viviendas que rondarán entre los 200 y 350 euros mensuales. Además, los pisos se construirán siguiendo criterios de ahorro energético y su acceso será por la calle Alt.
Según dijeron en su momento, se trata de rehabilitar un espacio en un barrio «emblemático» para la ciudad, además de mejorar el «grave» acceso a la vivienda que hay en el municipio.
El proyecto tendrá un presupuesto aproximado de 1,3 millones de euros que se financiará a través del Consorci Patrimoni de la Humanitat e incluye la reordenación de toda la estructura del edificio con el derribo de las partes añadidas y parasitarias, pasando de las 44 infraviviendas actuales a las 11 previstas y la reurbanización y creación de un nuevo espacio público. Pons anunció en su día que el Govern aportará 140.000 euros para costear parte de las obras.
El arquitecto encargado de redactar dicho proyecto, Óscar Canalis, destacó que las viviendas de la UA-27 estaban «trituradas y fragmentadas», una circunstancia a la que se ha añadido la necesidad de respetar la volumetría y parte de la estructura original del edificio.