«Hay pastores alemanes o belgas e incluso perros mestizos que pueden ser más peligrosos que un pit bull. La gente que tiene un perro potencialmente peligroso o grande no es consciente de que cuando sale debe ir con correa y bozal porque un perro, por muy educado que esté, nunca deja de ser un animal que responde a estímulos y sus mandíbulas pueden resultar mortales». Son palabras de Fernando Ribas, veterinario de la Clínica San Jorge que subraya la importancia de la figura de los dueños de los perros a la hora de evitar episodios como el ataque sufrido el sábado por un ciclista que fue herido por un bull terrier en sa Talaia de Sant Vicent.
Ribas valoró ayer la campaña de control de animales potencialmente peligrosos puesta en marcha por Sant Josep. «Me parece muy bien que se de un toque de atención, recordar que existe una normativa y que se penalice a quien no la cumpla», indicó el veterinario que, no obstante, advirtió que la normativa española de animales potencialmente peligrosos «se hizo a la carrera» y tiene deficiencias ya que se «especificaron unos tipos de razas», dejando fuera otras que también pueden llegar a ser muy peligrosas en función de sus dueños.
Ribas puso como ejemplo la normativa en los países nórdicos. «Allí se hace un test específico a cada animal y se indica al dueño si es necesario un seguro y que debe llevar bozal y correa».
Asimismo, hizo hincapié en el civismo de los dueños e insistió en que, en determinadas circunstancias, los perros deben llevar correa porque «los derechos de uno acaban donde empiezan los de los otros».
Control de animales
La campaña de la Policía Local de Sant Josep recuerda que en las zonas de uso o acceso público los animales siempre deben llevar bozal y correa.
Los propietarios también deben llevar la documentación y el registro del animal en regla y prestarle los cuidados y la atención necesaria.