El pasado martes el Parlament aprobó el nuevo texto de la Ley Agraria de Balears. Un documento que recoge entre otros aspectos la figura de las Zonas de Alto Valor Agrario (ZAVA). Unos espacios en los que se restringe la construcción de nuevas edificaciones cuando no estén vinculadas a la actividad agraria de la explotación. Solo se podrán edificar construcciones que no tengan uso agrario a través de autorización excepcional de la Administración que debe elaborar un informe favorable.
El texto prevé que las zonas de Alto Interés Agrario (AIA) tengan la consideración de ZAVA. En el caso de Ibiza estamos hablando de todo el suelo rústico de la isla conforme al actual PTI. Dada esta circunstancia el texto establece una moratoria de dos años en los que los consells insulares deberán delimitar las AIA a través de reglamento o del Plan Territorial Insular (PTI).
«Tenemos ahora un periodo de tiempo para trabajar y llegar a un acuerdo con el sector» indica el conseller insular de Agricultura y Medio Ambiente, Gonzalo Juan, que se muestra convencido que este acuerdo se alcanzará. «Se quiere conservar el suelo rústico, pero sin penalizar a la gente que vive en él», señala.
Indica que el Director Insular de Agricultura, Vicent Tur, mantiene contacto regular con las cooperativas agrícolas de la isla y que iniciará pronto las reuniones con los agricultores para conseguir una modificación consensuada «en la medida de los posible». «Dos años en política pasan muy rápido, por lo que tenemos que empezar ya a cerrar cosas».
Así apunta que la defensa del paisaje rural es un aspecto importante, pero si no se consigue que la gente trabaje en el campo el esfuerzo no habrá servido para nada.
Considera que uno de los objetivos de esta Ley es que el campo no se abandone, y si se ponen demasiados obstáculos a la agricultura no se conseguirá. Es por ello que indica que desde las administraciónes se debe hacer un esfuerzo por facilitar la actividad agraria «Queremos que el campo sea productivo y que la gente pueda vivir de él».
Para favorecer esta productividad apunta a los ingresos complementarios que pueden generar las agroestancias. Otra de las figuras que establece la Ley, que permiten a los profesionales del campo alojar hasta a seis turistas en las explotaciones. Juan valora que si se plantea correctamente servirá como «un ingreso más para los agricultores».
Sin embargo ahora mismo no se puede iniciar esta actividad, dado que no existen plazas turísticas disponibles. Los agricultores deberán solicitar licencia turística para poder llevar a cabo estas agroestancias. «Hay trabajo que hacer, pero la Ley Agraria ya prevé que esto se puede hacer. ¿Cómo podemos compaginar esto con Turismo? Pues llegando a un acuerdo con Turismo», apunta el conseller, que valora esta opción como otra manera de enseñar Eivissa que hay que buscar el modo de hacer atractiva y efectiva.