El juez decano y juez titular de Violencia sobre la Mujer de Ibiza, Juan Carlos Torres, es una de las personas que mejor conoce las lamentables consecuencias del incendio que se produjo hace tres semanas en los juzgados de Vila, motivo por el que fue invitado ayer al Bona Nit Pitiüses, programa de la Televisió d'Eivissa i Formentera que presenta Armando Tur, en el que fue entrevistado por Paco Pérez, periodista de sucesos y tribunales de Periódico de Ibiza y Formentera y Toni Ruiz, también colaborador de este periódico.
En este sentido, Torres apuntó a la falta de vigilancia y a las carencias del propio edificio como dos de las razones por las que se produjo el incendio. «La falta de vigilancia es una cuestión que ya me preocupó cuando se suprimió sobre el año 2006», aseguró Torres, ya que no existe una vigilancia «presencial y activa».
Ahondando en la cuestión, el juez decano recordó que en los últimos años de la década de los 80 se decidió incorporar una vigilancia presencial 24 horas, que más tarde se suprimió para instalar otro tipo de mecanismos de protección pasiva, como alarma contra incendios o alarma de intrusión. «Visto lo que ha ocurrido, está claro que no ha funcionado, pero es tarea de la investigación judicial esclarecer lo que ha ocurrido», sentenció Torres.
En cuanto a la actividad judicial, ésta no se está realizando con normalidad, ya que, según explicó Torres, el 90 por ciento del edificio no puede ser utilizado, y en estos momentos los profesionales de la justicia solo cuentan con unos 200 metros para desempeñar su actividad. «Funciona, más bien en malas condiciones, en una sala de vistas que nunca ha sido prevista para que funcione un juzgado de guardia», apuntó Torres.
«En algún informe, para no minimizar la situación, la he calificado como catastrófica», resumió el juez decano, quien subrayó que la digitalización de la Justicia ha ayudado mucho a paliar la gravedad de la situación, pero, «no olvidemos que se administraba la justicia por siete órganos en un edificio con una organización consolidada y coordinada pese a que se habían metido más órganos a presión que se demandaban», insistió. La cuestión es que, en resumidas cuentas, el edificio se ha quedado pequeño para la gran cantidad de actividad que abarca, en palabras del juez, quien también ironizó sobre el hecho de que el incendio se haya producido a pocos meses de que termine su «vida útil» y el posterior traslado al nuevo edificio de Juzgados (que el decano espera que se produzca para el mes de junio), aunque remarcó que se podría haber producido antes. No obstante, hasta que no se produzca este traslado, no se restablecerá la «actividad jurisdiccional» de todos los órganos y servicios judiciales afectados «con normalidad», indicó Torres.
Respecto al Ministerio de Justicia, Torres consideró que «están poniendo todo el interés» para tratar de que, aunque sea bajo mínimos, «a medio funcionamiento», los Juzgados funcionen «de forma digna» y no «en condiciones de hacinamiento».
Finalmente, sobre el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, Torres afirmó que este jueves ya tendrían espacio disponible, en una torre de la Policía Local de Vila, para que pudiera funcionar de manera autónoma, aunque también a medias y sin tener claro en qué condiciones. «El Juzgado de Violencia sobre la Mujer disponía de una superficie útil, entre otros espacios para acoger a las víctimas de violencia de género, de hasta 150 metros cuadrados en conjunto y ahora pasamos a 35 o 40 metros cuadrados», lamentó, al mismo tiempo que reconocía que probablemente necesitarían más espacio.