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Retiran 4.000 kilos de basura en la X Limpieza de sa Talaia de Sant Antoni

Los voluntarios participaron «con ánimo y contentos» del resultado, pero se quiso dar un toque a la conciencia de la gente que usa el monte como vertedero. | Marcelo Sastre

| Eivissa |

Nada menos que 4.000 kilos de basura recogieron ayer los 22 voluntarios que participaron en la X Limpieza de sa Talaia de Sant Antoni, que organizó el Grupo de Ecología Activa (GEA) en colaboración con el Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany. También asistieron algunos miembros de la Asociación pitiusa de familiares de personas con enfermedad mental y de niños con autismo y otros trastornos del desarrollo (Apfem).

El voluntario de GEA, Abel, comentaba que habían encontrado «muchos más residuos» de los que esperaban. En parte debido a la basura que habían dejado en varios asentamientos de verano, donde habían encontrado cuatro colchones y todo tipo de deshechos abandonados por sus moradores. El acceso a estos asentamientos, en algunos casos «muy escondidos», fue una de las mayores dificultades que se encontraron a lo largo de la jornada, según comentó Abel.

Esperaba que este pico de basura fuera algo puntual, y que el año que viene «se reduzca la cantidad de deshechos». Entre todo lo encontrado, desde palés a ropa y bolsos, además de colillas y excrementos de perro.

La basura recogida a lo largo de la mañana se dejó en tres puntos, separada por materiales reciclables en la medida de lo posible, para que después pasaran a recogerla operarios del servicio municipal de basuras.

Desde Gea se llama a la gente a tener más conciencia respecto al cuidado del entorno, dado que en muchos casos «se tiran residuos de obra o asientos de coche cuando hay puntos limpios que retiran hasta 6.000 kilos de basura por persona y año sin ningún coste. Cuesta más tirarlo en medio del monte que irse al punto limpio a entregarlo». En Ibiza hay 6 puntos limpios en: Ses Païses, Montecristo, Cala de Bou, Can Guerxo, Ca na Palava y can Sançó.

El objetivo de la jornada era dar a entender que el monte «es un lugar público donde la gente va a pasear, no un vertedero». Según comentaba Abel «la gente estuvo animada durante todo el día y se fue contenta con el resultado obtenido».

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