El puerto de Ibiza espera recibir esta temporada un total de 160 cruceros, dos más que el año pasado pero 20 menos que en 2017 cuando se alcanzó el máximo histórico de 180 escalas. Sin embargo, la novedad está en que el buque ‘Aida Cara' llegó ayer al muelle de es Botafoc justo un mes antes que en 2018, cuando el primer crucero atracó en la isla el 24 de marzo.
Llegó de Palma pasadas las 7.30 y se fue 12 horas después con destino a Cádiz. De él desembarcaron alrededor de 1.500 personas, entre pasajeros y tripulación, que pudieron disfrutar de la ciudad durante todo el día. «Lo que tenemos que hacer es conseguir que los cruceristas que vienen se sientan bien y darles todas las oportunidades y facilidades que podamos», señaló Joan Riera, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes de la Pimeef, quien aseguró que no importa las horas que esté atracado un buque, sino la actividad que quieran hacer sus pasajeros. «Si llegan 4.000 turistas y cada uno se come un helado, se venden 4.000 helados», dijo.
Una situación que sería más fácil si la Marina y Dalt Vila tuviesen un poco de vida en invierno. De hecho, Riera reiteró la importancia de que la ciudad de Vila tenga «movimiento» porque «todo es comenzar». En este sentido, Marta Díaz, vicepresidenta del Consell d'Eivissa, apuntó que el esfuerzo se tiene que hacer por parte de todos con el objetivo de que los turistas «se lleven un buen recuerdo» de la ciudad.
Por su parte, muchos de los pasajeros que pasaron ayer en Ibiza -la mayoría procedentes de Alemania- se mostraron encantados con la ciudad y con el clima de la isla. Lo que no les gustó tanto fue las escasa oferta que tuvieron a la hora de comprar un souvenir de recuerdo. «Hemos venido desde el puerto andando y aunque hay terrazas para comer, no tenemos muchas opciones para llevar un regalo de aquí», lamentó Martin, quien aseguró que él y su mujer comerían cerca de Vara de Rey.
Para Franziska la isla es un «tesoro» y es que, según dijo, alcanzar los cerca de 20 grados en pleno febrero es prácticamente imposible en su país. «Nunca había venido, pero no será la última vez, aunque repetiré cuando sea verano y haya más ambiente», dijo la joven.
De hecho, Carmen Boned, edil de Igualtat del Ayuntamiento de Vila, que la isla reciba más cruceros es «muy positivo» porque así más gente conoce la ciudad Patrimonio de la Humanidad, aunque reconoció que no ayuda que muchos establecimientos no estén aún abiertos. «Hay que animar a los empresarios para que abran las puertas para que todas estas personas que vienen puedan conocer un poco más lo que es el comercio, la ciudad y el producto local», argumentó Boned.
Más turistas
Para este 2019 no solo se esperan dos escalas más que en 2018, sino también «más turistas». Así lo expresó ayer Vicent Tur, técnico de Comercio de la Pimeef; algo que para la vicepresidenta del Consell es una «buena señal» que significa que «Ibiza interesa y gusta».
Que lleguen más turistas se debe, en parte, al ‘Mein Schiff 2'. Este gran buque atracará en es Botafoc el próximo 22 de abril y dejará en la isla cerca de 4.000 turistas, entre pasajeros y tripulantes, pero antes atracarán en Ibiza tres cruceros más, siendo el próximo a finales de marzo. «Hay que destacar el impacto económico que dejan este tipo de clientes sobre la ciudad y sobre la isla», remarcó Tur.
Por este motivo, todos coincidieron en la necesidad de «cuidar» a los turistas. Así, no se repetirá la situación vivida el año pasado en la que cuatro cruceros hicieron escala al mismo tiempo hasta en tres ocasiones, lo que supuso una «pequeña problemática» por el número de gente a la hora del desembarco. Este año coincidirán en el muelle tres buques al mismo tiempo en abril, junio, julio y septiembre. Será ya a finales de noviembre cuando se cerrará la temporada de cruceros con el ‘FTI Berlin'.
Además, desde la Pimeef quisieron agradecer que se haya tenido en cuenta su petición de poder dar publicidad al traslado en barca desde es Botafoc hasta es Martell; un servicio que también se ofreció el año pasado para facilitar el traslado de los pasajeros de una forma diferente al taxi o autobús. Así, se colocará una caseta en el puerto y los empresarios y comerciantes podrán dar publicidad sobre el servicio que permite desplazar a alrededor de 50 personas. «Es una petición de la Pimeef que se ha acordado con Autoritat Portuària y que supone una facilidad más para cuidar a los cruceristas», expresó la vicepresidenta del Consell.
Y hablando de cuidar y con motivo de la llegada del primer crucero, los turistas pudieron disfrutar en el propio puerto de la degustación de productos típicos de la isla tanto dulces como salados, además de recibir folletos informativos sobre la isla.