El problema de la vivienda en Ibiza fue uno de los temas que abordó ayer el sindicato la Confederación General del Trabajo (CGT) en la reunión mantenida con el presidente del Consell, Vicent Torres. CGT pidió al presidente que se realicen actuaciones, como que la Policía «no moleste a la gente que vive acampada en la calle y que el Consell habilite espacios para que la gente pueda vivir con dignidad y evitar posibles riesgos medioambientales, como incendios, porque hay gente vive en el bosque», explicó Rafa Sánchez, del sindicato. Según Sánchez, «la jefa de gabinete, Patricia Abascal, nos ha dicho que le parece bien que un trabajador que viene a Ibiza y no tiene casa se vaya a duchar a un gimnasio o a lavar la ropa en una lavandería; nos parece decepcionante la respuesta que no ha dado».
Rafa Sánchez recordó que el problema se agudiza en temporada «porque vienen miles de trabajadores de Europa y de la península y no tienen alojamiento por el problema al acceso a la vivienda, por el alquiler». Además, atribuyó también responsabilidad de esta situación a «UGT, CCOO y a la patronal que modificaron en su día el artículo 31 del convenio de hostelería de Balears que decía que era obligatorio que el empresario diera alojamiento a los trabajadores que venían de fuera; ellos quitaron este artículo».
Lamentó, además, que pese a que hay un decreto del Govern que considera a Ibiza como zona de emergencia habitacional no se ha hecho nada y «en eso hemos coincidido con el presidente».
Atención a la mujer
Graciela Masiano, secretaria de la Mujer de CGT en Ibiza, abordó en la reunión la atención para la mujer maltratada y que tengan acceso prioritario a las viviendas sociales de la administración. «Nos han dicho que el Ibavi las pone las primeras de la lista para que tengan acceso a un alquiler social», explicó. También propuso al Consell que se habilite un protocolo de actuación para intervenir en el caso de agresiones en espacios de ocio. «Las mujeres tenemos tanto derecho como los hombres a salir a divertirnos y volver a casa sanas y salvas. En el Consell gustó mucho esta idea», dijo.