El titular del juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, Santiago Pinsach, ha firmado un auto de causa compleja en el caso sobre la desaparición de Nuria Ester Escalante, ampliando el plazo de instrucción hasta el 17 de mayo de 2020.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone que las diligencias de instrucción se practicarán durante un plazo máximo de seis meses. Dentro de cinco días se cumplirán cinco meses sin noticias de la mujer alicantina de 52 años desaparecida en Sant Antoni. La declaración de complejidad dictada por el juez Pinsach supone una ampliación de 18 meses para completar la investigación.
Paralelamente, la acusación particular ha solicitado una prueba de volumetría para tratar de aclarar qué trasladaba el principal sospechoso en el interior de un carrito de supermercado. También se ha solicitado una revisión de la tarjeta SIM del teléfono móvil.
Asimismo, Josep Maria Costa, abogado de la familia de Nuria Ester, reiteró su petición de que el caso sea investigado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El letrado ha trasladado esta petición a la Delegación del Gobierno y a la Comandancia de la Guardia Civil.
Las actuaciones se han sucedido después de que hace dos semanas, el pasado 10 de abril, el juez Pinsach decretase la puesta en libertad provisional de R.W., de 37 años y nacionalidad polaca, el principal sospechoso y único de los cinco detenidos que permanecía en prisión desde finales de noviembre por su implicación en la desaparición de Nuria Ester.
¿Qué había en el carrito?
La investigación de la Guardia Civil apunta a que el principal sospechoso utilizó un carro de supermercado para deshacerse del cuerpo de Nuria Ester.
Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad muestran al hombre realizando hasta diez viajes -cinco de ida y otros tanto de vuelta- trasladando el carro cargado con un bulto. Un trasiego que se prolonga hasta pasadas las 05.00 horas de aquel 31 de octubre.
El foco de la investigación se pone en aclarar qué escondía el hombre en el interior de ese carro. Los fotogramas han sido sometidos a un aclarado y permiten vislumbrar que el bulto no sería un cuerpo. El sospechoso sostiene que era el motor de un barco. No obstante, Costa sostiene que el bulto es suficientemente grande y que podría haber varias cosas. La prueba de volumetría podría arrojar más luz sobre una desaparición que se remonta al 31 de octubre, un caso que sigue teniendo diversas incógnitas por resolver.