«En ese momento no sientes nada. Estás concentrado en el trabajo. La acción en sí no fue muy difícil, lo que pasa que tienes la responsabilidad de que salga bien. Estamos hablando de vidas humanas, pero, técnicamente, difícil no era. Minutos antes hicimos un briefing con el capataz y los compañeros que venían conmigo. Realizamos la operación tal cual la habíamos planeado unos minutos antes. Entonces salió todo muy rápido y muy bien». Son palabras de Jordi Baró, el piloto del helicóptero del Ibanat que el lunes a mediodía fue uno de los protagonistas de un rescate vital en el incendio de es Viver. Baró insistió en que, la maniobra que sacó de entre las llamas a una pareja, no fue una de las acciones más complicadas que ha realizado, pero sí la primera vez que rescataba personas. Este piloto acumula 25 años de experiencia profesional y nunca se había encontrado ante una situación similar.
Baró insistió en que aunque su pericia a los mandos de la nave ha sido muy reconocida, la operación fue posible gracias al trabajo en equipo de todos los profesionales que participaron en el rescate. «Yo solo no la podría haber hecho igual de bien. Eso lo tengo clarísimo. Nosotros básicamente nos dedicamos a incendios forestales y agrícolas, lo que pasa es que cuando hay una columna de humo, nos avisan de que tenemos que salir desde la central que está en Mallorca. En el incendio de Ibiza se dio una situación muy especial, era en una zona urbana, ya estaban los bomberos... tan especial como lo que ha pasado», relató el piloto.
Además, explicó algunos datos como las personas que también iban en la cabina y su puesto dentro del autogiro. «El equipo de medioambiente estaba a mi lado, el capataz del Ibanat detrás y las puertas abiertas. Todos estábamos en comunicación y coordinados porque había que ponerse de lado y no es lo normal. Las personas que estaban en la azotea subieron muy rápido», explicó Jordi.
Uno de los hombres que junto con el resto del equipo de Ibanat, Bomberos, Guardia Civil, Policía Local de Vila. Protección Civil y miembros del Cuerpo Nacional de Policía participaron en uno de los incendios urbanos más catastróficos que han ocurrido en la ciudad de Ibiza.
Testimonios de los rescatados
La pareja rescatada por Baró tuvo más suerte que algunos de sus vecinos de inmuebles. Según contó el hombre rescatado por la azotea, minutos antes de ascender a la terraza del inmueble, vio cómo uno de sus amigos (que se encuentra en estado crítico) se tiró por la ventana.
«No aguantó el humo y saltó. Yo también quería saltar, pero vi que por el otro lado al que estaba había menos humo. Fui y vi a una chica y subimos al tejado. Nosotros pedíamos una cuerda y no pensábamos en el helicóptero», relató.
En ese momento, según dijo, solo pensaba en la gente que podía quedar en el interior del edificio. «Los bomberos y todas las personas de fuera nos miraban a nosotros, pero no pensaron en nadie más», añadió. Él tuvo la suerte de poder salir ileso de un incendio que le pilló durmiendo. «Salí de trabajar a las 08.00 horas y luego estaba con el Ramadán y pensé: ‘Voy a dormir un poco' hasta que me desperté con humo», dijo.
La última persona en acceder a la carrera al helicóptero fue Ada. La mujer se vio sin escapatoria al tratar de rescatar a su perro y no le quedó otro que refugiarse en la parte más alta del inmueble. «Todavía no he digerido lo que pasó». Estoy muy agradecida al chico que me agarró para subir al helicóptero y a todo el equipo», indicó la mujer, que quería agradecer en persona a Jordi una maniobra llena de destreza y que extrajo a los dos atrapados en un edificio tomado por las llamas.