Joan Torres Costa (Sant Mateu, 1961), junto con Juanjo Ferrer, fue el azote del PP de Pepita Gutiérrez en la anterior legislatura y, tras las elecciones de mayo de 2015, no dudaron ni un segundo para formar gobierno con PSOE y Reinicia. Dos formaciones que se han fusionado en estos comicios tras la disolución de facto de Reinicia y que han acogido en su seno a la concejala tránsfuga del Pi, Cristina Ribas, cuya marcha provocó el paso a la oposición del partido regionalista.
¿El PI y usted se arrepienten de haber formado parte del tripartido de Sant Antoni?
—Los afiliados, a tenor de los resultados en 2015, decidieron promover un cambio de gobierno en Sant Antoni. Exactamente lo mismo que ha pasado en Andalucía hace unos meses: el partido que ganó las elecciones y que llevaba 30 años gobernando se le dijo que pasara a la oposición. El Pi lo decidió por mayoría por lo que no puedo decir que me arrepienta. Yo entré en 2017 y he picado piedra todo lo que he sabido por el bien de los ciudadanos. A raíz del acto de transfuguismo, el PSOE y Reinicia nos dieron una patada en el culo y nos sacaron del gobierno.
¿Volvería a confiar en estos dos partidos para formar equipo de gobierno?
—Uno de estos dos partidos ya no existe. El PSOE nos quiere engañar porque nos dice que han hecho una coalición pero la lista es sólo del PSIB-PSOE. Nosotros somos un partido 100 % de aquí, somos un proyecto centrado y moderado, que no nos gustan los extremos. Por nuestro perfil, podemos pactar con el centro izquierda y el centro derecha. Con los resultados en la mano, valoraremos seriamente con quién tenemos que pactar porque no nos avergonzaría estar en la oposición si vemos que no nos podemos fiar de los posibles pactos.
¿Sería descabellado que ustedes formaran gobierno con el PP?
—En absoluto. Nuestro partido en Mallorca y en Menorca tiene coaliciones diversas, con el PP y el PSOE. Somos un partido municipalista y tendremos total libertad para decidir posibles pactos.
¿Qué nota le pone a la legislatura?
—En algunas áreas se ha hecho un buen trabajo y, en otras, no ha ido tan bien. El de Urbanismo es el peor departamento que hay en el Ayuntamiento. La actual concejala lleva Urbanismo, Actividades, Fiestas Populares, Agricultura y Pesca. El próximo regidor tiene que llevar únicamente Urbanismo, los ciudadanos se merecen agilidad en este departamento, que está completamente atascado. Hay que hacer un plan de choque. En Policía no hemos llegado a las expectativas y prescindiremos de la figura de coordinador de seguridad y daremos la confianza a los mandos que ahora hay. También recuperaremos la figura de policía de proximidad.
En su presentación prometió diálogo y proximidad. ¿Al equipo de gobierno le ha faltado estar más cerca de los ciudadanos?
—Posiblemente, sí. En el tiempo que yo he estado he intentado que me vieran por la calle. De hecho, me he movido por Sant Antoni en bicicleta. Y mi compañero, Joan Costa, también ha demostrado ser próximo. A nosotros ya nos conoce la gente, hemos estado tanto en la oposición como en el gobierno, y haremos del diálogo nuestro compromiso.
¿Le gustan las medidas implantadas en el West End?
—En el West había que hacer algo. Yo, cuando hacía el bachillerato en Vila, trabajaba en el West, lo conozco de primera mano desde hace mucho tiempo. Y resido pegado al West desde hace 30 años. En aquella época, había música en directo, restaurantes y era un barrio dinámico. En los últimos años ha degenerado en un barrio conflictivo, con ruido, falta de seguridad, prostitución, venta ambulante... Nosotros votamos a favor de la implantación de la zona ZPAE pero entendemos que las medidas como horarios de cierre de terrazas y locales deben ser modificables si se respeta el descanso de los vecinos y se rebaja el ruido. También ponemos sobre la mesa diálogo con los empresarios de esta zona, que nos han dicho que están dispuestos a colaborar con seguridad privada. Si se pudiera implantar esta figura, estaríamos totalmente de acuerdo.
¿Está limpio el municipio?
—Teníamos una contrata muy vieja y se ha renovado, pero tiene que haber mejoras, especialmente en las parroquias y en el extrarradio. Tiene que mejorar la recogida de residuos y creemos que el policía de proximidad puede ayudar y detectar los vertidos. También tenemos en el programa la creación de la figura de agente ambiental con poder sancionador para ayudar a la policía.
¿Hay algún futuro tránsfuga en su lista?
—Seguro que no.