Los peritos especializados en investigación de incendios de la Brigada de Policía Científica de Palma culminaron ayer una exhaustiva inspección del sótano del edificio incendiado de es Viver, una actuación que descartó la presencia de otras posibles víctimas en las entrañas del fatídico inmueble. Este extremo fue confirmado ayer por el director insular del Estado en las Pitiusas, Enrique Sánchez, quien añadió que la investigación se prolongará en el tiempo ya que se trata de un escenario «muy complejo».
Cuatro días después del voraz incendio que arrasó el inmueble, el solar sigue precintado y bajo constante vigilancia policial. A primera hora de la mañana de ayer, los agentes de la policía científica regresaron al escenario para inspeccionar más a conciencia la estancia donde fue hallado el cuerpo de la única víctima mortal. Los especialistas tomaron numerosas fotografías del escenario y recogieron diversos elementos que fueron consignados como pruebas para la investigación.
Enrique Sánchez hizo hincapié en que lo fundamental en esta fase de la investigación es determinar si estamos ante un incendio originado por un accidente o si el fuego fue intencionado. «Es muy prematuro para certificar algo. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis y lo primero es esclarecer y confirmar qué desencadenó el incendio», argumentó el director insular del Estado en las Pitiusas.
Fuentes policiales consultadas señalaron que la «voracidad y vertiginosidad del incendio» podría apuntar a un fuego provocado. No obstante, tal y como subrayó el director insular, las condiciones que presentaba el edificio, con una gran cantidad de enseres altamente inflamables como colchones, palés, estructuras de madera, esprais, plásticos y basura también podría explicar la rapidez con la que se propagó el fuego de un costado a otro de la finca.
La Policía Nacional mantiene abiertas diversas líneas de investigación y no descarta nada.
Hasta el pasado lunes, las diferentes estancias del edificio ‘okupado' acogían a unas 80 personas, en su mayoría trabajadores llegados a finales de abril para realizar la temporada, tal y como viene sucediendo desde hace unos cinco años, según apunta una de las treinta personas que hasta el lunes vivían todo el año en el escenario de un incendio que se saldó con una fallecida y una decena de heridos.
Evolución de los heridos
Las tres personas más graves permanecen hospitalizadas, dos en Can Misses y una tercera en el hospital La Fe de Valencia.
Según informaron desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera, los dos hombres que hasta ayer permanecían en la UCI «ya han sido extubados y respiran de manera autónoma», por lo que ayer por la tarde fueron trasladados a planta.
Se trata de dos hombres de origen marroquí, de 32 y 42 años. Un compatriota suyo, de 40 años, fue evacuado a la Unidad de Quemados de La Fe de Valencia con quemaduras graves en el 30 por ciento del cuerpo.