Un fallo eléctrico en la estación de bombeo de Vila provocó ayer un nuevo vertido fecal en aguas del puerto de Ibiza. Usuarios de las marinas deportivas, vecinos y turistas del puerto vieron ayer por la mañana cómo el pestilente olor volvía a la zona por las aguas fecales que empezaron a salir, en pleno mes de junio, por la misma zona que vertió a mediados del mes pasado. Cabe recordar que el último vertido fecal en esta zona se produjo el pasado 18 de mayo cuando, por las lluvias y la tormenta, se produjo un atasco en las tuberías en avenida Espanya, que acabó desembocando en el puerto de Ibiza. Ayer no hicieron falta tormentas ni lluvia ya que la mañana fue soleada y con una temperatura de 26 grados.
Varios vecinos se pusieron en contacto con este rotativo al ver el vertido y comprobar que, con el paso de los minutos, iba a más. «Llevo viviendo aquí 40 años y esto es vergonzoso. Ahora salen residuos fecales sin que llueva; es de vergüenza», explicó Antonio.
Desde Autoritat Portuària de Balears (APB) explicaron que las fecales empezaron a brotar cerca de mediodía y que, en vista de que iba a más, activaron el Plan de Indicencia Marítima (PIM) para contigencias ambientales y desplegaron barreras de contención.
Desde el Ayuntamiento de Eivissa precisaron que se trataba de «un problema con una estación de bombeo de Abaqua», es decir, del Govern. Desde Medi Ambient del Govern explicaron que un fallo eléctrico había estropeado «dos arrancadores y la alarma», por eso se produjo el vertido. Durante la tarde, varios camiones acudieron a la zona para extraer los residuos fecales del agua. Según vecinos y comerciantes de la zona, a las 18.30 horas ya no había líquido fecal en aguas del puerto.
En esta zona está ubicado el tanque de tormentas, una obra que ha estado haciendo el Ministerio de Transición Ecológica y que se prevé que esté lista antes de que empiece julio. Con esta infraestructura, en principio, no se producirían más vertidos.