Rafa Ruiz inició ayer tarde su segundo mandato como alcalde de la ciudad de Eivissa tras ser investido por el pleno de la corporación gracias al apoyo de los nueve concejales socialistas y los dos de Unidas Podemos, coalición con la que formará equipo de gobierno durante los próximos cuatro años.
En su discurso de investidura, que escuchó desde la primera fila la presidenta en funciones del Govern balear, Francina Armengol, el alcalde socialista de Vila hizo hincapié en el «gravísimo problema de acceso a la vivienda, que hace tiempo que ha dejado de ser solo un dolor de cabeza de la gente joven para convertirse en la principal preocupación de la gran mayoría de nuestra sociedad». En este sentido, Rafa Ruiz aseguró que «dentro de las limitaciones que comporta ser un municipio con un territorio tan pequeño y ser la administración más pequeña del escalafón», su equipo de gobierno aspira a impulsar «una política valiente, próxima y que tenga un impacto real sobre la grave situación a la que nos enfrentamos».
Ruiz, que agradeció el apoyo de Unidas Podemos por «garantizar la estabilidad del gobierno», sacó pecho por los «hitos importantes» conseguidos en la pasada legislatura «como la sustitución del emisario de Talamanca, la peatonalización de Vara de Rey o la reforma del paseo de ses Figueretes», y apostó por, en estos próximos cuatro años, llevar a cabo una intervención «urbanística y social» en el barrio de sa Penya, las obras del Parador de Turismo, la mejora del alcantarillado y el alumbrado municipal o la construcción de infraestructuras culturales y deportivas «que han de enriquecer la vida de la ciudadanía».
Otros de los compromisos que asumió fue la creación de una concejalía de la gente mayor y otra de bienestar animal así como luchar de forma «activa» por la igualdad y el feminismo «desde el convencimiento que también en este ámbito queda mucho por hacer, que la violencia machista es una realidad constante, que las mujeres son tratadas de manera diferente por el único hecho de ser mujeres y que esto requiere posicionamientos y acciones claras y contundentes y no mirar hacia otro lado como si el problema no fuera nuestro».
Ibiza capital
El alcalde de Vila también pidió «trabajar con lealtad institucional» a los futuros gobiernos del Consell d'Eivissa y del Govern balear para desarrollar el programa de inversiones que prevé la ley de capitalidad de la ciudad de Eivissa, un reconocimiento «que tanto nos ha costado y que ha sido fruto del trabajo de mucha gente que requiere que estemos a la altura de las circunstancias».
Rafa Ruiz aseguró que inicia esta segunda etapa «con las fuerzas y la ilusión regenerada» y añadió que su «compromiso con las personas sigue siendo firme y sigue siendo la primera línea de la hoja de ruta». En este sentido, apostó por «redoblar esfuerzos» en cuestiones como el acceso a la vivienda, las ayudas asistenciales para familias con más dificultados o la gente sin hogar. «El modelo de sociedad que nos rodea va dejando a gente de lado, inevitablemente, y no podemos confiar solo en la solidaridad de algunas personas o de determinadas organizaciones», destacó el alcalde. Por esta razón, prometió llevar a cabo «un intenso trabajo» en el ámbito del bienestar social».
También prometió que la agenda ambiental sería uno de los ejes de la política del equipo de gobierno. «El cambio climático ya está aquí», apuntó.
Morrás y los presos políticos
Los dos concejales de Unidas Podemos, Aitor Morrás y Claudia Cotaina, se saltaron el protocolo a la hora de prometer sus cargos y añadieron un texto de su propia cosecha. Morrás, que lució un polo de color negro con ribetes de los colores de la bandera republicana española, prometió «cumplir con las obligaciones del cargo de concejal en el Ayuntamiento de Eivissa como parte de un estado que no tendría que tener presos políticos sin renunciar a mis convicciones republicanas y por imperativo legal, acatar la Constitución y continuar trabajando para solucionar los problemas de la gente demostrando que sí, se puede». Cotaina, por su parte, prometió guardar y hacer guardar la Constitución «por imperativo legal hasta que la ciudadanía española la cambie para recuperar la soberanía y los derechos sociales y continuar trabajando para demostrar que sí, se puede».
De los 21 concejales de la nueva corporación, solo dos juraron su cargo (los dos regidores de Ciudadanos), mientras que el resto lo prometió. En cuanto a la lengua utilizada para ello, once concejales prometieron su cargo en castellano y diez lo hicieron en catalán.
Además de Armengol, también asistieron al pleno el director insular de la Administración del Estado, Enrique Sánchez; el presidente en funciones del Consell d'Eivissa, Vicent Torres; el presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Joan Gual de Torrella; la diputada Sofía Hernanz, o los exalcaldes de la ciudad Enrique Fajarnés, Xico Tarrés, Lurdes Costa y Virginia Marí, entre otros.
La consellera de Cultura en funciones, Fanny Tur, y el alcalde de Sant Josep, Josep Marí ‘Agustinet', llegaron con el pleno terminado pero a tiempo para disfrutar del refrigerio que se sirvió en el claustro del antiguo Convento de los Dominicos.