El salón de plenos del Ayuntamiento de Sant Joan acogió ayer el acto de reconocimiento a los alumnos más sobresalientes del municipio, tanto por su mejor expediente académico como por su esfuerzo y trabajo a lo largo de las diferentes etapas educativas que se imparten en los centros del municipio.
Después de un exhaustivo examen de los expedientes académicos de los mismos, los alumnos premiados que ha nominado cada centro educativo han sido trece. En el caso del CEIP Torres de Balàfia por mejor expediente académico ha sido premiado Gale Valle Guasch y por el esfuerzo, constancia y comportamiento, Tariku Valls Aniorte. En el CEIP Balansat, Julia Torres Torres ha sido premiada por el mejor expediente académico y por el esfuerzo constancia y comportamiento, la alumna Ana Escandell Ribas. En el CEIP Labritja, Miguel Prats Ripoll ha sido galardonado por la primera categoría y a al alumno Pau Ferrer Marí por su esfuerzo y comportamiento. Otros siete alumnos del IES Balàfia fueron premiados. En la etapa de Educació Secundaria Obligatoria, por mejor expediente académico ha sido la alumna Marina Parejo González y por su esfuerzo, constancia y comportamiento, su compañera María Riera Ramón. En Bachillerato, por mejor expediente académico han sido premiadas dos alumnas, Nerea Escandell Marí y Anna Marí Bueno, al haber obtenido ambas la misma puntuación. Por su esfuerzo, constancia y comportamiento se distingue a Raquel Tabares Vidal. En el ciclo formativo Grado Medio, el premio al mejor expediente académico ha sido para Resurrección Buen Roa Mercader y en Formación Profesional Básica a Nathaly Navely Maldonado Flores
Los premiados, además del diploma del que se les ha hecho entrega, han sido obsequiados con una tarjeta regalo por valor de 60 euros, que podrán canjear por material deportivo o de moda que más les guste.
Una de las alumnas reconocidas, Anna Marí Bueno, obtuvo un diez de nota media en Bachiller y un 12,88 sobre 14 en las pruebas de acceso a la universidad. Una nota que le permite estudiar el grado de Estudios Globales en la Pompeu Fabra. «Estoy muy contenta, no puedo pedir más», confesaba.