Doce niños con edades comprendidas entre los 9 y los 11 años, procedentes de campamentos de refugiados ubicados en el desierto argelino de Tindouf, llegaron ayer a Ibiza para residir dos meses con familias de acogida a través del programa ‘Vacances en Pau', desarrollado por La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui d'Eivissa i Formentera.
Solidaridad
Los niños llegaron el día 29 a la isla, acompañados por Miquel Jerez, miembro de la asociación, que quiso agradecer a las familias su solidaridad, además de destacar su «mérito incalculable puesto que sin ellos, los niños quedarían expuestos a las adversidades del desierto argelino».
José María Costa, presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui d'Eivissa i Formentera, se mostró muy satisfecho por el número de niños acogidos, que ha superado los datos del año pasado.
Apuntó que «estaban muy contentos con el resultado de esta campaña, puesto que familias han repetido y se están recuperando los datos de los años anteriores a la crisis económica».
Costa habló del conflicto político que sufre el pueblo saharaui desde que sus territorios fueron ocupados por el Reino de Marruecos, e hizo referencia al trato recibido por las autoridades marroquíes cuando aterrizó en El Ayoun para asistir a la celebración de un juicio contra una periodista saharaui. También quiso agradecer los apoyos recibidos ante la expulsión de la que fueron objeto, destacando medios de comunicación, organizaciones y partidos políticos.
Respecto a la situación que se sufre en el desierto de Tindouf, destacó que «es necesario contarle al mundo el sufrimiento de un pueblo que solo pide una resolución justa y definitiva al conflicto».