Los hoteles de Ibiza no han colgado de momento este año el cartel de completo. Aún así, desde la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera prevén mantener la ocupación media registrada en 2018, que se situó en el 83,6% de mayo a octubre.
«La temporada alta viene con las ventas ralentizadas», señaló la presidenta Ana Gordillo tras la celebración ayer de la asamblea anual de la Asociación de Empresarios del sector.
Gordillo explicó que la tendencia es «reservar cada vez con menos antelación». «Los portales como Booking o Expedia permiten que la gente reserve en el último minuto y eso repercute al hacer previsiones», aseguró.
No obstante, la presidenta de los hoteleros señaló que la mayoría de los empresarios «no están haciendo ofertas» para conseguir vender más. «Se ha hecho alguna oferta», pero por la escasa previsión «no por una cuestión de que el precio esté alto, sino porque el mercado está jugando y nos tenemos que adaptar», puntualizó.
Consolidar el destino
En cuanto a los precios de otros mercados como Turquía, Túnez o Egipto, la presidenta de la patronal señaló que ni Ibiza ni las Baleares pueden entrar «en una guerra de precios». De hecho, añadió: «No queremos por todas las inversiones que hemos hecho». «Quien viene a Ibiza y a Baleares es porque quiere venir aquí», puntualizó.
Gordillo apuntó, además, que el objetivo es «consolidar» el destino, «y lo estamos consiguiendo».
En este sentido, la Federación de Hoteleros, aprovechó para instar a las administraciones públicas surgidas de las elecciones del pasado mayo a trabajar para «parar de forma contundente y radical» la proliferación del alojamiento turístico ilegal, que es uno de los problemas con los que también se encuentra el sector. «La administración tiene medios de sobra para tener más de siete inspectores controlando el alojamiento ilegal», dijo Gordillo.
Ocupación
En cuanto a los números, el mes de junio ha registrado una caída del 0,6% en la ocupación general de las Pitiusas. Por municipios Vila y Santa Eulària han sufrido una caída del 1,1% de la ocupación, aunque en Sant Antoni han subido «un 3,6% con respecto al año pasado, algo que refleja el esfuerzo y trabajo de estos años cambiar el modelo turistico y mejorar la oferta».
Donde más bajó la ocupación es en Formentera, que registró una caída del 7,6% en junio, con una acumulado del 10,6% de bajada desde el inicio de la temporada en mayo, datos que Gordillo achaca a la «insularidad tan marcada». «Si no mejora en julio y agosto, habrá que hacer un replanteamiento», añadió.
Según explicaron los hoteleros, las estancias son cada vez también más reducidas. «La media está en 2 o 3 noches», dijo Gordillo. «Aunque también hay quien se va moviendo de alojamiento dentro de la isla», señaló.
En cuanto al tipo de turista que visita Ibiza, hizo hincapié en la importancia del turismo nacional en los meses de verano.
Asimismo, aseguró que en Sant Antoni se ha reducido un 10% el turismo británico y que cada vez aumentan más los visitantes holandeses y franceses.