Juan Medina Herranz, conocido en la música como Juanito Makandé, regresa hoy a las 21.00 horas a Las Dalias Ibiza, en Sant Carles. Será la tercera vez que actúe en este espacio y casi la décima que lo haga en nuestra isla, donde se ha convertido en un clásico de los conciertos cada verano. Amable y cercano, en esta ocasión el gaditano de La línea de la concepción presentará ante los ibicencos su último trabajo discográfico, El habitante de la tarde roja. Un disco grabado en directo con el que cierra un ciclo.
—Tercera vez en Las Dalias. Se debe de sentir como en casa y conocer cada rincón de este escenario... ¿Cómo se siente de volver a Ibiza?
—Siempre es un placer volver. He estado viviendo aquí un tiempo e incluso tengo un apartamento para escaparme cada vez que puedo. Ya tenía muchas ganas de volver a Las Dalias, porque es como una segunda casa y siempre me siento muy arropado por su público.
—Con todas las veces que ha actuado aquí, ¿se siente ya medio ibicenco?
—Un poco. Tengo muchas canciones inspiradas en la isla y en todos los lugares especiales para mí. Soy medio ibicenco, medio gaditano, medio mallorquín, medio noruego…
—Hay quien dice que usted, el Canijo de Jerez y otros músicos que tienen una forma de tocar y de ser parecida son el reflejo de la otra Ibiza, la de la libertad y la que huye del lujo...
—Ibiza siempre ha representado la libertad y esa manera de vivir la vida de forma alternativa. Tiene la otra cara más relacionada con el lujo y el glamour, pero yo me siento mucho más cómodo en esa cara más bohemia, más auténtica, más hippy.
—¿Qué le parece hacía donde está girando Ibiza en los últimos tiempos?
—Supongo que su comercialización excesiva siempre provoca una decadencia. Pero creo que Ibiza siempre tendrá esa esencia alternativa y diferente que la hace mágica y única.
—Presenta su nuevo disco El habitante de la tarde roja ¿Por qué ese nombre tan sugerente?
—El habitante de la tarde roja es ese habitante que va buscando instantáneas para vestir sus canciones de inspiración. De hecho, el disco tiene un libreto, con una colección de puestas de sol y momentos únicos que capte con mi cámara en muchos lugares que fueron inspiración para mí.
—¿Hay mucha presión cuando sus seguidores, como es su caso, esperan su nuevo disco con tantas ganas?
—El lanzamiento de un trabajo o proyecto siempre es una presión brutal pero afortunadamente la respuesta siempre ha sido impresionante. Tengo la suerte de contar con un público increíble, que se vuelca con cada proyecto e idea.
—Ha dicho en alguna entrevista que, con este disco, el quinto de su trayectoria, cierra un ciclo. ¿Por qué?
—Porque condensa todos los sonidos que he ido buscando en mis anteriores trabajos. Busca mi estilo personal tanto en poética como en melodías.
—Andalucía, Sevilla, Cádiz, ahora Baleares... se define como un músico nómada ¿Cuáles son sus influencias actualmente?
—Sí. Siempre me lo he considerado y por eso las influencias y la inspiración me viene de muchos lugares, experiencias y personas que me voy encontrando. Y se refleja en mi música.
—Después de casi veinte años en el mundo de la música, ¿cómo ve la situación actual?
—Es algo que cambia constantemente. La llegada de las nuevas tecnologías, las redes sociales... ha revolucionado el sector y lo ha hecho más universal. Lo que tengo claro es que hay que disfrutar de la música, pelearse menos y follar más.
—Y ya la última... ¿volverá a la televisión con Viva los bares? Daba mucha envidia...
—Participar en televisión fue toda una experiencia, aunque por ahora no hay ningún proyecto a la vista. Eso sí, volveré a los bares, como vuelvo todos los fines de semana…