El hospital Can Misses es pionero en la integración del programa de monitorización de pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y el sistema automatizado de dispensación de medicación (comúnmente llamado Pyxis).
Esto significa que es el primer hospital del mundo que ha conseguido integrar dos sistemas que permiten mejorar la seguridad del paciente ya que, la medicación, es el fallo que más errores da en los hospitales, según afirman numerosos profesionales sanitarios.
Ambos programas empezaron a funcionar el pasado 14 de junio y prácticamente han limado ya los pequeños errores que generaban al tratarse de un sistema inexistente. De hecho, en Estados Unidos hubo dos intentos fallidos a la hora de integrarlo y la empresa que lo ha implantado en Ibiza no había hecho esta integración anteriormente.
Así lo cuentan Fernando Becerril, farmacéutico del Servicio de Farmacia de Can Misses, y Paz Merino, jefa de servicio de la UCI y coordinadora de la Unidad de Seguridad del Paciente (USP), los impulsores de esta iniciativa. «Esto surge porque, cuando se abrió el nuevo hospital, el compromiso de la empresa que ganó el concurso de los sistemas para la medicación se comprometió a integrar el servicio con todos los programas». Por este motivo, el coste para el centro sanitario ha sido cero.
Aún así, al principio se presentó otro modelo diferente que, aseguraron, daba errores, por lo que ofrecieron esta alternativa que ya está dando que hablar en otros hospitales. Concretamente, Becerril y Merino confirmaron que ya hay hospitales en Balears que se han interesado por el funcionamiento de este sistema integrado y, quitando Son Espases, también tienen el sistema Pyxis «por lo que sería hacer lo mismo».
También algún centro madrileño se ha puesto en contacto con estos profesionales de Can Misses. «Cuando empezó [la empresa que lo ha instalado] a entender el concepto, vieron que este programa se vendía», bromearon. Y es que ellos han sido el ‘conejillo de indias' de una fusión revolucionaria que no solo vela por la seguridad del paciente, sino que también reduce tiempos.
«Ahora, el enfermero selecciona en el sistema al paciente y ve la medicación exacta que tiene prescrita; gracias a la integración, se abre la ubicación donde está la medicación que necesita y solo puede acceder a esa, no al resto. Antes, el médico hacía la prescripción y el enfermero iba a buscarlo a todo el armario de la medicación», matizó Becerril. Esta situación podía generar confusiones que podían desembocar en problemas dependiendo del grado de gravedad del paciente.
El trabajo de integración empezó a gestarse en 2016 después de que, años atrás, solicitaran al centro que los sistemas de distribución de medicamentos estuvieran ligados a los programas de medicación existentes en el hospital.
Ante los resultados que están viendo, anima al resto de profesionales farmacéuticos a apostar por un sistema que no solo funciona, también facilita su trabajo. «Hemos cambiado la forma de trabajar de médicos y enfermeros y, aquí que se trabaja muy bien, nadie ha puesto ningún problema. Lo que queremos nosotros es mejorar el uso del medicamento», relató Becerril.
Es más, parte del trabajo lo ha hecho fuera del hospital, en su casa y sin que le fuera recompensado económicamente. Sin embargo, su satisfacción está en que «las cosas salgan bien».
Retos futuros
Por otra parte, el afán de estos dos profesionales por mejorar la sanidad ibicenca no acaba aquí. Lo que quieren, a corto-medio plazo, es crear una consulta post-UCI para hacer un seguimiento de los pacientes en consulta, una vez hayan sido dados de alta en el hospital «porque el intensivista es quien más sabe del paciente».
Además, pretenden que el farmacéutico -en este caso Becerril- se incorpore a la consulta para ajustar la medicación del paciente. «Haremos un proyecto que presentaremos en el hospital y nos lo tienen que autorizar. También sería a coste cero», puntualizó la jefa de servicio de la UCI.
Ya a nivel personal, el farmacéutico de Can Misses quiere seguir apostando por mejorar la formación de los residentes de segundo año de Farmacia. «Llevamos dos años recibiendo rotación externa y es que los alumnos piden rotar aquí en Ibiza. Me gustaría que cada vez estuviéramos más preparados», añadió Becerril.
Y es que no son muchos los hospitales del país que cuentan con el servicio de farmacia integrado en la UCI. «La colaboración que tenemos aquí entre Farmacia y UCI es un modelo a seguir, también para otros servicios», declaró Merino quien no pasó por alto la oportunidad de alabar el trabajo de Becerril, quien ya lleva 12 años en Can Misses.