Todos los municipios de la isla de Ibiza planean adoptar medidas para mejorar la gestión de los recursos hídricos para, sobre todo, reducir las pérdidas en la red de suministro de agua.
Desde el Ayuntamiento de Ibiza señalaron que en el municipio, «el 96% del agua proviene de la desaladora».
También indicaron que Vila ha reducido en el último año su consumo de agua debido, en primer lugar, a que GESA ya no utiliza agua de la red municipal, después de construir su propia desaladora (era el segundo consumidor de agua más importante del municipio); y en segundo lugar, por no tener que dar ya agua al municipio de Sant Josep.
El Consistorio de Ibiza aseguró que estudia tomar diferentes medidas, como reducir el riego de jardines y ahorro en las fuentes de la ciudad.
Un portavoz del Ayuntamiento de Santa Eulària apuntó que tienen «el objetivo de llegar al 75% de suministro de agua desalada» para los vecinos del municipio. «Hemos construido las canalizaciones para poder llevar el agua desalada; hemos renovado las redes de alcantarillado para evitar las pérdidas, el agua no contabilizada y llevar un control más exhaustivo; y hemos puesto telelectura en diferentes sitios (400 en la zona de santa Gertrudis y 600 en la zona de siesta), para ofrecer información a tiempo real sobre los consumos y detectar cualquier pérdida», explicó .
Añadió que «queremos seguir optimizando el consumo. Tenemos pedido por el pleno al Govern que parte del agua que se depura se pueda utilizar para riego».
Desde el Ayuntamiento de Sant Josep explicaron que la inversión realizada en los últimos cuatro años en la red supera los 7 millones de euros. «Con ello se ha logrado situar la eficiencia de la red municipal en torno al 67% a día de hoy, cuando era del 49% en 2015». Añadieron que «llegará al 80% cuando se acometa la mejora de la arteria que suministra a Sant Josep desde Puig Cardona, que está previsto acometer en breve».
Desde el municipio de Sant Joan informaron que, «desde hace ya tiempo se vienen realizando inversiones y mejoras en las redes de suministro para evitar fugas».
«También se aprobó una ordenanza en la cual, entre otros extremos, se penaliza a los mayores consumos, y se está estudiando la posibilidad de elaborar un reglamente sobre el uso del agua», concluyó el Consistorio.
El Ayuntamiento de Sant Antoni detalló que el consumo de agua desalada ha descendido en los últimos años, pasando de aproximadamente 1.700.000 m3 en 2015, cuando se registró un máximo histórico, a unos 1.450.000 m3 en 2018. La previsión para este 2019 es de alrededor de 1.300.000 m3. «Gracias a las campañas informativas sobre el consumo responsable de agua y al control de fugas que realiza el Ayuntamiento», afirmó.
«La desaladora de Sant Antoni tiene una producción diaria de 17.000 m3, de los cuales 6.200 m3 diario se destinan a Sant Antoni, mientras que el resto de producción se destina a la zona de la bahía y al depósito regulador de Sant Rafel que distribuye fuera del municipio. El rendimiento hidráulico del municipio de Sant Antoni es del 83%», aseguró.