El grupo municipal PSOE-Reinicia del Ayuntamiento de Sant Antoni pidió ayer al equipo de gobierno que hiciera «toda la fuerza legal» para frenar la apertura del chiringuito de Cala Gració la próxima temporada. «Y se puede hacer, como así lo dice el Consell Consultiu, para que el chiringuito no sea una realidad», subrayó su portavoz Simón Planells.
En este sentido, indicó que lo que dice el informe del Consultiu es que la tramitación no ha sido la correcta, pero en ningún momento que se haya otorgado bien la licencia. «También dice que el proyecto está plagado de contradicciones que podrían dar lugar a su anulabilidad», remarcó Planells contradiciendo, así, la afirmación del alcalde Marcos Serra sobre su apertura el próximo mes de mayo.
También argumentó que, dadas las «deficiencias» en la tramitación de la autorización para ocupación de bienes de dominio público marítimo-terrestre concedida por la Demarcación de Costas queda fuera de su análisis, pero el informe dice que el Consistorio «podría solicitar a Costas el inicio de un procedimiento de revisión de oficio de la autorización concedida o instar a revocar este acto administrativo».
En este punto, cabe recordar que el anterior equipo de gobierno ya solicitó a Costas -el pasado mes de marzo- la revocación de la autorización para instalar el chiringuito, pero no obtuvieron respuesta, según declaró Planells. Sin embargo, fuentes municipales confirmaron a este medio que sí que hubo respuesta y fue negativa.
Cautela
PSOE-Reinicia criticó que, durante la campaña electoral de las municipales, Serra y su formación se manifestaran en contra del kiosco y «ahora se somete a la voluntad de los promotores». Sin embargo, el alcalde reiteró que su intención es que no abra, «como ha quedado demostrado en la pasada legislatura».
Por su parte, Serra recordó que fue el partido de Planells, junto con Reinicia y PI, quienes aprobaron por vía de urgencia el permiso de instalación del kiosco. «Ahora está en manos de los servicios jurídicos de la casa», sostuvo, quienes buscarán la mejor vía para solucionarlo. «Ya veremos cómo acaba esta historia», añadió el primer edil.
El líder de la oposición recordó que el Consell Consultiu especifica en el informe que el terreno donde se ubica el chiringuito es suelo rústico protegido en la categoría de paraje preservado, según lo previsto en el planeamiento municipal.
También que la regulación del planeamiento puede ser más restrictiva que la del PTI, «por lo que entendemos que ese instrumento no puede rebajar el grado de protección que el planeamiento otorga a este suelo».
Por otra parte, Planells incidió en una de las líneas del informe en las que el Consultiu explica que la implantación del kiosco debería considerarse como un uso condicionado, lo que significa que solo se podrá autorizar si se justifica ante el Ayuntamiento la necesidad de instalarse en suelo rústico «por no existir ninguna alternativa compatible con otras ubicaciones». Una situación que, bajo su punto de vista, no se da en este proyecto.
A pesar de estas posibilidades expuestas por la oposición, el alcalde dijo que habrá que ir con «cuidado» porque las medidas que se adopten «pueden repercutir» en una mayor indemnización al propietario que puede superar el millón de euros. «No es tan fácil como decir que no se va a abrir», concluyó.