Papá Noel es un ser mágico que junto a los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar se dedica a hacer felices a los niños y no tan niños que han sido buenos durante este año que está a punto de terminar. Por ello es capaz de multiplicarse siempre con una sonrisa para estar en muchos sitios al mismo tiempo y a la misma hora en distintos lugares de España. Y por si eso fuera poco, también se adapta a los nuevos tiempos y se mueve en todo tipo de vehículos por más que estemos acostumbrados a verle sobre la carroza que tira el grupo de renos que encabeza su fiel Rudolf.
Esto, al menos, es lo que se pudo ver ayer por la mañana en Sant Antoni gracias a una nueva jornada de la PareNoelada Motera Solidaria que organiza el Pitiús Team Motoclub Ibiza. Es la tercera ocasión que este club ibicenco la pone en marcha, está incluida dentro del programa de fiestas de Navidad del Ayuntamiento de Sant Antoni y cada vez tiene más éxito.
La cita comenzó a primera hora de la mañana de ayer en el aparcamiento del polideportivo de Can Coix. Allí, mientras se repartía una deliciosa chocolatada, fueron llegando motocicletas de todo tipo de cilindradas y modelos conducidas por divertidos papanoeles y agradables mamanoeles. No importaba la edad o el tamaño y el ruido que hacían las motos ya que todos aparecieron con ganas de ver viejos amigos, pasarlo bien y sobre todo ser solidarios.
Recogida de material
Según explicaron ayer a Periódico de Ibiza y Formentera Carlos López y Carlos Alvarado, miembros del club y organizadores de la iniciativa, «la idea es recoger todo tipo de material usado para que luego pueda ser entregado a las personas que más lo necesitan durante estas navidades porque, desgraciadamente, no tienen tantas posibilidades como nosotros en estas fechas tan bonitas y entrañables».
Así, ante la llamada del Pitiús Team Motoclub Ibiza todo el mundo aportó su granito de arena. Se entregaron decenas de juguetes en muy buenas condiciones que muchos participantes ya no usaban en su casa, ropa sobre todo de invierno, material escolar para pintar, dibujar o escribir cartas a los Reyes Magos y alimentos no perecederos. Además, y concienciados con el medio ambiente, estos divertidos y solidarios papanoeles intentaron que no hubiera demasiado plástico en sus aportaciones.
Después, una vez clasificado el material por grupos en Can Coix, se entregó a la plataforma BSPLASH que se encargará de repartirla en distintas organizaciones que ayudan a las personas más necesitadas.
Una vez hecho esto encendieron sus máquinas y comenzaron un recorrido por distintos lugares de la isla. La primera parada fue en Sant Antoni, donde a su paso por el Passeig de Ses Fonts, levantaron una gran expectación entre decenas de personas que inmortalizaron el momento con sus teléfonos móviles. Lo mismo que cuando pararon y mostraron sus increíbles motocicletas justo detrás de la carpa. Allí, demostraron, ante la boca abierta de más de un niño que Papá y Mamá Noel son mágicos, se pueden multiplicar y también conducen todo tipo de motos