Las obras ilegales denunciadas y ante las que no reaccionó el Ayuntamiento de Sant Josep han supuesto una inversión que fuentes del sector calculan en más de un millón y medio de euros.
La calidad de los acabados y los detalles de la misma, explican las fuentes, son propios de una obra de calidad. La finca cuenta con detalles propios de una explotación turística.
Las imágenes tomadas hace unos días contrastan con las que están tomadas por el satélite de Google Earth antes de que comenzaran las obras.
Según la documentación que obra en poder de este diario, las obras podrían haber empezado en 2017, lo que supone que durante dos años se habrían estado realizando estas obras ilegales a plena luz del día con total impunidad.
La disposición de las diferentes edificaciones y los detalles con los que se ha ajardinado el exterior hacen pensar que la idea de los promotores era comercializar la vivienda en el mercado negro la próxima temporada turística.
El recinto de lo que para los celadores del Consell d'Eivissa es un agroturismo ilegal cuenta con zonas ajardinadas y una moderna y elegante piscina lista para ser usada.