El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este jueves, en el Consejo Europeo que se ha celebrado por videoconferencia, que la UE dé una respuesta económica potente a la crisis del coronavirus, y que no repita los errores de 2008, que «sembraron semillas de desafección y división con el proyecto europeo y provocaron el ascenso del populismo».
Así lo ha señalado el Palacio de la Moncloa en una nota de prensa al término del Consejo Europeo, puesto que Sánchez no ha comparecido ante los periodistas, tampoco por vía telemática.
En ella, el Gobierno ha confirmado que Sánchez, junto con su colega italiano y otros países, han exigido un mandato claro al Eurogrupo y propuestas concretas de financiación a medio y largo plazo, tal como habían avanzado a Europa Press distintas fuentes comunitarias. Finalmente, el Consejo Europeo ha decidido dar un plazo de dos semanas al Eurogrupo para presentar esta nueva propuesta.
Este miércoles, Sánchez y otros ocho gobernantes europeos --de Francia, Italia, Luxemburgo, Irlanda, Italia, Grecia, Eslovenia y Portugal-- escribieron una carta al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, para reclamar un instrumento de deuda común que sea emitido por una institución europea para obtener fondos en el mercado en beneficio de todos los Estados miembros para que financien las políticas sanitarias y económicas necesarias.
Según han explicado a Europa Press fuentes del Ejecutivo, la filosofía con la que España afronta esta situación es la de que no se puede volver a optar por la vía de austeridad de la última crisis, condicionando las ayudas a políticas de ajuste en el gasto público, porque eso condenaría a los países a otra década perdida.
España es partidaria de encontrar herramientas que permitan a los países de la UE mutualizar riesgos, sea en forma de coronabonos u otro mecanismo, algo que no quieren ni Alemania, ni Países Bajos, ni Austria ni Finlandia. «Esto no es 2008, esto no va de países virtuosos y derrochadores, esto es un shock sistémico», dijo el miércoles en CNN la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.
Así, Sánchez ha pedido a sus colegas que aprendan de los errores de 2008: «Si no proponemos ahora una respuesta unificada, potente y eficaz a esta crisis económica, no solo el impacto será más duro, sino que sus efectos durarán más tiempo y estaremos poniendo en peligro todo el proyecto europeo», ha avisado.
Por otro lado, el jefe del Ejecutivo ha apostado por un plan de reconstrucción que permita reforzar los mecanismos del estado europeo de bienestar, y desarrollar mecanismos de resiliencia a través de las políticas de cohesión, lo que ha sido recogido en las conclusiones del Consejo Europeo.
También ha planteado mejorar la efectividad de las políticas industriales a través de la digitalización y el establecimiento decadenas de valor seguras.
El Ejecutivo español ha recalcado, por otra parte, que los jefes de Estado y Gobierno europeos siguen centrando también sus prioridades en limitar la propagación del virus, garantizar el suministro de equipos médicos, promover la investigación para lograr una vacuna y ofrecer una solución a los ciudadanos de la UE que se encuentran en la actualidad en terceros países.