Subiendo por la carretera dePorroig que va hacia el hotel Las Brisas, el sonido de una obra en construcción es ensordecedor. Los vecinos de esta zona de chalets no dan crédito a lo que están viendo desde el verano pasado. El propietario de una magnífica parcela frente a un acantilado maravilloso hace obras sin ningún tipo de licencia. El hecho es que está rehabilitando íntegramente toda una vivienda de importantes dimensiones, con piscina y barbacoa. Una veintena de trabajadores, muchos de ellos sin ningún tipo de medida de seguridad (ni casco ni arneses) trabajan «día y noche», según el testimonio de los vecinos.
«Algunas noches llegan camiones cargados de maderas y bultos de grandes dimensiones», explicaba una vecina conmocionada por la impunidad con la que están dejando realizar la obra. El propietario, según nos explican, es un «anticuario americano con residencia en Milán, que tiene mucho dinero». El sonido de la obra se puede oír en toda la urbanización de chalets y el trabajo es intenso y visible. Intentamos hablar con el encargado de la obra, pero nos es imposible. Ni nos dejan pasar, ni avisan al encargado, ni nos enseñan los papeles en regla ni la licencia, ni nos quieren decir para qué empresa trabajan. De hecho, después de intentar hablar con el responsable de la obra, y como por arte de magia, los trabajos cesan. Llevamos más de tres horas en la zona, mirando, investigando, grabando y sacando fotografías, pero cuando nos identificamos como periodistas y requerimos información, desaparece el ruido, cesan las máquinas, se para la actividad.
Denuncias y sin licencia
El Ayuntamiento de Sant Josep admite que había recibido alguna denuncia por esta obra en particular. De hecho, según los vecinos, en el mes de agosto de 2019 presentaron un escrito en el ayuntamiento para interesarse por la legalidad de las mismas. «Nadie nos ha hecho caso», aseguran desmoralizados. «Hemos ido varias veces al Consistorio, hemos presentado registros de entrada de escritos pidiendo información de estas obras, pero no nos decían nada», denuncia este vecino que no quiere dar su nombre «porque aquí nos conocemos todos». Según fuentes municipales, hace un mes aproximadamente, una celadora fue a comprobar si las obras contaban con las licencias oportunas. Le fue imposible hablar con el encargado de la obra, pero sí pudo verificar que no tenían ningún tipo de licencia. A preguntas de este medio, el Ayuntamiento de Sant Josep afirmó ayer que esta mañana mismo está previsto que tanto la Policía Local como el concejal de Urbanismo, Ángel Luis Guerrero, vuelvan a inspeccionar el asunto sobre el terreno.
Antes de que toda la crisis del coronavirus rompiese la rutina de nuestras vidas, fuentes municipales informaron a Periódico de Ibiza y Formentera que la paralización de las obras de es Porroig era inminente. Pero el hecho es que a día de hoy, tres semanas después de la realización de las fotografías que ilustran esta noticia, y con un estado de alarma en vigor, los trabajos continúan. «¿Cómo puede ser?», pregunta impotente una vecina. «Estamos todos confinados en casa y esta gente está haciendo una obra ilegal y nadie hace nada. A no ser, claro, ¡que estén construyendo un hospital!», aclama irónicamente. Ninguno de ellos oculta su malestar por la inacción del Ayuntamiento de Sant Josep. «Hace meses que lo saben», explica otra chica. «La señora de la casa que cuido tuvo que pedir licencia hasta para hacerse una barbacoa, porque ella es muy legal, pero este hombre se ha levantado todo un chalet con piscina sin pedir ni un solo papel», sentencia.