En la rueda de prensa de la Conselleria de Salut, el doctor Javier Arranz, portavoz del Comité de la Gestión del Coronavirus, señaló que la vuelta a la normalidad será un proceso lento que llevará en torno a «seis semanas». El experto fue claro y señaló que, una vez superada esta etapa, la gente no volverá a la calle todo el mundo de golpe en un día.
Arranz habló de un «optimismo moderado» al seguir descendiendo el porcentaje de contagios en las Baleares, algo que a nivel local no sucede todavía en Ibiza donde la epidemia ha llegado más tarde.
Pese a ese decrecimiento el número de contagios, el facultativo no quiso lanzar las campanas al vuelo, pero confirmó que los datos hacen pensar que en Mallorca el pico esté próximo y que se pueda entrar en una fase de descenso de casos o al menos de «meseta».
En esta misma línea, explicó que una vez que las curvas de nuevos casos y altas se encuentren «podríamos empezar a hablar del fin de la epidemia». Aún así, recordó que esto son solo supuestos y que hay que mantenerse a la espera de lo que vaya ocurriendo en los días posteriores.
Al ser cuestionado por cuándo se podría volver a la normalidad, Arranz fue claro y habló de un proceso lento. Explicó que de igual manera que se estuvieron haciendo restricciones de manera progresiva, una vez que la epidemia empiece a remitir, la vuelta a la normalidad seguirá el mismo proceso. Se atrevió a estipular que podría ser de un periodo de unas seis semanas. Relató que esto tenía que ser así para evitar que vuelva a producirse un «nuevo brote». Apuntó que habría que hacer un seguimiento para ver si la transmisión de la enfermedad continúa estable y de esta manera no se vuelven a producir problemas de colapsos en el sistema sanitario.